capítulo 14 recuerdo

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La presión se siente en el aire, el viento es escalofriante y una figura oscura se forma en la espalda del fantasma, este tiene una mirada asesina y sus ojos rojo dan una sensación de escalofríos, las criaturas alrededor quedaron paralizadas y con mucho miedo por la presencia.

Mientras en la mente del fantasma, ve como todo se hace borroso el sentimiento es pesado y muchos pensamientos negativos pasan por su mente, escucha susurros incitando muchas cosas.

— vamos déjate llevar, porque te esfuerzas tanto, todo es tan duro ven y descansa.

— no, — exclama el fantasma.

— sabes bien que nada de lo que haces vale la pena.

— déjame.

— jeje, imposible yo soy tu oscuridad, soy tu maldad y tus deseos, déjame entrar, dame el control y este mundo será tuyo, sé lo que piensas deseas y quieres, te daré todo.

— vete.

— eres un tonto, sabes que todo es tu culpa no, eres un inútil, solo te escondes.

— basta.

— deja de insistir, sabes que no puedes hacer nada, no puedes salvar a nadie, solo eres un problema, deja todo ya.

...

— eso es, no tienes nada, solo déjate ir y todo será mejor.

...

— tienes razón soy un inútil, no puedo  hacer nada bien, solo causó problemas y realmente no tengo nada pero prometí sobrevivir y no me voy a rendir aunque caiga, no sería yo sí lo hago.

— Tonto.

— así soy, jeje.

La inconsciencia desaparece y el fantasma ve una figura negra como niebla a su espalda está lo mira con rabia y lo ataca, se le mete en la boca; el fantasma se agarra la garganta y trata de vomitar.

— inútil, sino es por las buenas es por las malas, solo puedes servir a este señor, dame tu alma insolente criatura.

Salen venas negras por todo el cuerpo del fantasma tentáculos que rodean el cuerpo dejando una figura oscura.

— carajo, maldito; — dijo el fantasma—.

El ente maligno entro en la conciencia del fantasma y se sintió bien.

— vaya este tipo tiene una gran alma, si lo poseo será increíble, jaja.

Emitió más energía oscura y ocupa el espacio de la conciencia, el lugar se va destrozando, la figura negra se hace cada vez más grande.

— esto es increíble, este tipo era un tesoro.

Mientras la figura se regocija, una pequeña luz aparece en el espacio era un espejo de mano maltrecho.

— que es esto, — la figura se mira al espejo—.

Aparece en un espacio y ve otro mundo, son los recuerdos de su pasado.

Un pasado tan lejano en su memoria

Golpe sordo.

— estupido niño, maldito ladrón.

Sintió un golpe en el estómago; escupe  sangre.

El niño se sintió aturdido; levantó la mano y le apuntó con la palma al tipo pero nada pasó.

— ¿Que haces mocoso?.

El se sintió impotente y con mucho temor.

" Esta sensación es como en ese entonces que está pasando, mi poder donde está mi poder".

Tenía una cara de miedo y desesperación.

— hey mocoso te has vuelto loco pero de la golpiza no te salvas, esto te enseñará a no robar en mi local.

El chico con rabia le tiró una piedra al tipo y salió corriendo.

— hijo de puta, te mataré.

El tipo lo persigue, el chico entro en un callejón sin salida, el hombre se acercó y le da un golpe, el niño se quedó sin aire y callo en una esquina.

El tipo saco un cuchillo y se acercó al niño con la intención de terminarlo, cuando el hombre se acercó el chico lo mordió y al tipo se le cayó el cuchillo muy cerca del niño, el tomo el cuchillo y se lo enterró en el estómago, el tipo se arrodilló y el chico tomo el arma y le propina puñaladas una y otra vez por todas partes por la cara el cuello el pecho y el estómago, le dio tantas puñaladas hasta que el tipo no fue más que un montón de carne y sangre en el suelo.

El niño jadeando y con una mirada vacía procedió a revisar los bolsillos, sacó unas cuantas monedas y corrió del lugar; corrió por las calles envuelto en rojo y llegó cerca de un río; se quitó la ropa ensangrentada y las tira al río, sigue cause arriba y vió una mujer lavando ropa, mientras ella se descuida, el tomo una ropa de niño que parece que le queda y corrió de hay.

El corre donde recordaba que quedaba su casa y cuando entró vió una figura moribunda en una cama era su madre.

"El recordó este día, fue el día que murió su madre"; soltó muchas lágrimas.

— mamá, porfavor no te vayas, no me dejes.

— tos, tos hijo escucha; no me queda mucho tiempo, mi vida se acaba, hijo cuando yo no esté abre el cofre de madera y ve a buscar a tu abuelo, eres inteligente y se que podrás vivir bien.

— pero mamá, tengo dinero mira— sacando una bolsa con algunas monedas; — puedo llamar a un médico y te puede sanar, así nos quedamos juntos.

Ella sonrió y le dijo: —ningún médico puede curarme de lo que tengo pero hijo quiero que te cuides y siempre estés bien, — ella lo abrazo y le dió un último beso en la frente.

El la abrazo y mientras la sostuvo dejo de respirar; el soltó muchas lágrimas y la acuesta en su cama con una mano sobre la otra, el soltó muchos sollozos.

Unos días después con todo el dinero que tenía guardado le dió un entierro al cuerpo de su madre; tenía un rostro joven e inmaculado a pesar de ser muy delgada notaba una gran belleza, tenía cabellos rubios aunque con unos toques de plata, con algunas canas, unos labios delgados, era una mujer pequeña y a pesar de su edad parece más una adolescente, estaba maquillada y con un vestido blanco parecido a la de las bodas, era su vestido favorito, maquillada y vestida le di su último adiós.

El padre que dio sus últimas exequias a mi madre; dió un suspiro; —siempre es lamentable, despedirse de una mujer tan joven y hermosa, mis condolencias chico.

El sólo estaba sentado, mirando el vacío, vacío y como si no tuviese alma.

Más tarde llegó a su choza una casa de madera que casi se caía a pedazos, recostado en su cama, recordando todo.

Al final recordó la conversación con su madre y abrió el cofre.

Vió unas fotos de su madre abrazada por un hombre joven, detrás de la foto una carta de amor y muchas palabras.

Mirando más habían más cartas poemas y juramentos, altos jardines y unos dibujos y pinturas; mirando más habían dos cartas arrugada.

Decía que no se encuentran más y que no se casaría, que ya tenía otra mujer y otra era una orden con un sello real, con la orden de matar al niño en su vientre.

El se dió cuenta que el hombre en la foto era su padre, el sintió odió hacia su padre.

Solo quedaba un pequeño cofre en la caja y un trozo de madera con agujeros de diferentes formas.

El niño abrió el cofre y había una carta para el.

Querido hijo si estás leyendo esto es porque estoy muerta, te pido que cojas el trozo de madera y busca la casa del conde Morte, el es tu abuelo, vive en la capital real, el te cuidará y te dará educación, mi mayor deseo es que estés bien, siento no acompañarte en la vida, no me arrepiento de tenerte y eres lo mejor que tengo, te amó hijo mío.

un fantasma en el más allá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora