Río

0 0 0
                                    

Miraste el río turbulento y luego me miraste a mí. Parpadie por un segundo y ya estabas dentro. Saliste tan rápido como entraste. Piernas mojadas y pies secos. Tu pelo y blusa ambos ilesos pero los dedos arrugados. Lo señale antes de que fueras. Pienso y en lo que pienso sabrás, aquella señal no era señal, fue advertencia. Aún estoy en la orilla, el río ni me roza. Pero reconozco que mis dientes calofrían. Para la noche, lo único turbulento fue lo que me hizo pensar en vos.

Causa y efecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora