《Omnia mutantur, nihil interit》

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31 de diciembre; 2:24 am

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Las gotas de lluvia seguían impactando con el frío asfalto, una y otra vez, el intermitente viento dejaba tan marcada su presencia, los rayos de una luz tan cegadora le confirmaban su teoría, su señor estaba molesto, estaba furioso, y eso sólo era el comienzo, pero...

¿tenía derecho de estar molesto?.


Aquella mano tan fría tomaba la suya de una forma tan protectora, tan cálida y quizás, sólo quizás con ¿amor?, su señor estaba molesto, pero como no estarlo, ¿cierto?, las calles eran tas estrechas, a cada pasó que daban la lluvia se volvía tan intensa, el frío viento comenzaba a llevarse cosas a su pasó, su pequeño cuerpo tenía tantas sensaciones que no podía evitar, pero el simple hecho de tener a aquel chico delante suyo tomando su mano lo hacía sentir tan protegido, tan seguro, tan caliente, aún punto que lo enloquecía. no tenía escapatoria, de eso estaba seguro, pero por un momento quería creer que estaba haciendo lo correcto.




12 de febrero; 1;23 am, 10 meses antes.



Un lugar lleno de pasión, calor y lujuria, ese lugar rodeado de un intermitente calor corporal, donde los sonidos de las pieles chocando, friccionadose era tan intenso que era inevitable no tener algún tipo de orgasmo en segundos.

El alcohol, el olor a cigarrillos, el humo de los mismos y el olor de un intenso sexo llenaban esa lugar, donde demonios se postraban encimas de otros, bebiendo y teniendo cientos de orgias, los gemidos siendo tan abundantes que lograban enloquecer a cualquiera, pero el enfoque en ese lugar se centraba únicamente en aquel hombre que se encontraba en el lugar más alto, postrado en su imponente trono y con aquel látigo que era tan característico en él, una mirada, una simple mirada es lo que todos anhelaban de él pero que era imposible en su totalidad.

Ser el líder de ese lugar era trabajo pesado, tenía que tener los ojos abiertos todo el tiempo, y en muchas ocasiones tener la necesidad de reprimir sus deseos carnales para enfocarse en lo verdadero importante, en cuidar a los suyos de aquel ser que muchos llaman supremo y todo poderoso, era gracioso, y se divertía escuchando a aquellos seres alabando a ese Dios, pero la envidia es parte de el, del mismo lucifer con cara de ángel y mente de demonio, un lucifer que en los cielos, en la tierra y en su territorio un infierno caliente, respondía al nombre de Jeon Jungkook.

𝐷𝑜𝑛'𝑡 𝑐𝑎𝑙𝑙 𝑚𝑒 𝑎𝑛𝑔𝑒𝑙 [𝒌𝒐𝒐𝒌𝒗]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora