Boss B*tch⁎yeonbin

⇢❏❜uno｡ﾟ･

Estaba tratando de que su enojo no se notase, pero aquello era imposible.

Su cuerpo se encontraba tenso, mientras tecleaba en el ordenador con más fuerza de lo normal, su ceño fruncido, su mandíbula apretada, y ni hablar de su mente, que revivía una y otra vez los acontecimientos de su vida anoche.

El día anterior comenzó como cualquiera en la vida de Yeonjun. Su rutina consistía en despertarse temprano, cumplir con su largo y cansado horario laboral para luego regresar a su casa. Lugar en donde su hermosa novia, hija del dueño de la empresa en donde trabajaba, lo recibía usualmente con la cena lista y una sesión de adorables besos.

Lejos de lo que cualquiera en esa sede de las empresas Choi creía, él era pareja de Lia por razones mucho más allá de aprovecharse de ella. Ambos se gustaban y por eso estaban juntos, o eso fue lo que creyó al menos.

Tenían una relación adorable, o aburrida, como dirían algunos por allí con lenguas filosas. Si bien llevaban un tiempo viviendo juntos aún no se sentían completamente enamorados del otro, pues sus sentimientos no iban más allá de un "te quiero" o un "me gustas". Además de que jamás habían llegado a intimar, pues Lia le decía que aún no estaba lista para dar ese paso y Yeonjun respetaba completamente su decisión, pues el sexo no era prioridad en su vida y no era un urgido tampoco. Él estaba bien con como era su noviazgo y no le importaba esperar el tiempo necesario para que ella se sintiera segura de ir más allá.

Ah, Choi Lia. Era una atractiva mujer de largo cabello castaño, piel pálida, ojos grandes, nariz pequeña y labios esponjosos. Pero lo que más le atrajo a Yeonjun fue su personalidad inocente y adorable, y el como se avergonzaba por simples cosas como halagos de su parte o pequeños besitos. Para él era mucho más que la hija de su jefe, y si bien aún no estaba enamorado si se sentía bien el estar con ella.

Lástima que aquella no era su verdadera personalidad.

Supo que la noche anterior sería diferente en lo que Choi Soobin–– hermano menor de Lia y actual CEO de la empresa–– le dejó irse más temprano a su casa, con la excusa de que se veía cansado–– lo cual no era mentira––. Si bien aquello le extrañó no iba a objetar al respecto, no fuera a ser que su jefe se arrepintiera de su arranque de amabilidad, por lo que simplemente tomó sus cosas y emprendió camino a su hogar,

esperando a encontrar a su novia probablemente matando el tiempo con su celular.

Claramente eso no fue lo que encontró cuando abrió la puerta de su habitación.

––¿Lia?–– Preguntó sin expresión alguna, dando un par de pasos hacia atrás, su mente parecía estar procesando cada detalle de la imagen que tenía enfrente.

Los dos cuerpos desnudos en la cama detuvieron su sucia acción y se separaron como si se hubieran quemado. Con rapidez se cubrieron con las sábanas, mirándolo completamente asustados.

Y allí su cerebro hizo click. Lia, la que creyó todo este tiempo que era su adorable e inocente novia, estaba follando en la cama que compartían con un desconocido. Jodidamente siéndole infiel.

––Yeonjunnie, cariño yo...–– El rostro del pelinegro pasó de no tener ninguna expresión a notarse completamente enojado en cuestión de segundos, haciendo que la fémina tragase grueso.–– Puedo explicarlo.

––Quiero que te vistas, te espero en la sala para hablar–– Su tono de voz gélido les causó escalofríos a ambos amantes. Pero Yeonjun en realidad estaba herido y con unas enormes ganas de tirarse a llorar en ese preciso momento.–– Y en cuanto a ti...–– Señaló sin pudor alguno al hombre a quien no conocía, ni le interesaba conocer.–– Me vale mierda si te vistes o no, pero quiero que te vayas de mi casa en este mismo instante–– Ordenó con firmeza, haciendo amago de darse la vuelta salir de allí, pero la voz del desconocido le detuvo.