05

760 144 18
                                    

Hoseok.

Las señoras del pueblo me recibieron con mucho cariño y atención. Desde que llegué hace un mes. Las señoras llegaban a mi puerta con diferentes postres y comidas. Descubrir entre señoras de la tercera edad a un omega en cinta parecía ser su pasatiempo. Por lo cual no lo negue mucho con mi pequeño bulto sobresaliente.

Con dinero que movi podía darle a mi hijo una casa en donde jugar y tener su propio cuarto. El pueblo era pequeño pero muy lejos de Seúl y de todo el mundo. Algo wue me dejaba respirar. El doctor Han, fue muy bueno al recomendar el pequeño pueblo pesquero. Todos me miraban pero no había problema. Aquí nadie me conocía. Y eso me hacía respirar sin pesadez.

Me cambie el nombre por Habeok Wang. No muy grato. Pero el doctor me ayudo en mucho. Incluso dándome sermón tras sermón para cuidarme y dejarme utilizar el nombre de su difunto hijo.

Decir que llore como magdalena era poco. Probablemente eran las etapas del embarazo. Venía cada dos semanas a visitarme y ver como estaba. Para la comunidad yo era su segundo hijo.

Y se sentía bien.

Aunque fuera una mentira.

Cuando llegue la señora Han me rento una casa que pude pagarle por adelantado. Agradecia a la diosa luna que no me hicieran preguntas de alguien más en mi vida.

Y el pueblo. Era mejor de lo que esperaba. Me había convertido en ayudante de la señora Han en su tienda de golosinas. Aunque ella me regalaba algunos para que no tener que salir tarde yo mismo por algún antojo.

Tras pasar las semanas mi lobo se había escondido. Sólo asomaba la cabeza cuando venía el doctor Wang. Y aullaba en alguna ocasión por Taehyung.

-Habeok.- mire a la señora kwa en su puesto de frutas :Que lindo te vez hoy. La paternidad te sienta bien. Toma.- me extendió un tope de frutas picadas.

-Señora Kwa ya le dije que no es necesario que me regale la fruta.- sonreí por cortesía.

-Ay Habeok. Me recuerdas mucho a mi hijo. Él casi nunca vine por aquí.- sentí mucho pesar por ella, mientras dejaba de sonreír. Si tuviera una madre como ella. Estaría pegada a ella como sanguijuela. Pero sabia que no debía meterme y tampoco sobrepasar. Todos toman decisiones por algo.

Ya sea egoísta o justificado.

-Bueno, vale. Gracias por la fruta.- la señora regreso a su resplandeciente sonrisa y seguí mi camino hasta llegar a mi pequeña casita.

Suspire mirando a mi alrededor. Aun no estaba amueblada del todo. Pero tenía un refrigerador, un pequeño comedor y una cama en la habitación principal.

Tendría que ir a comprar los muebles antes de que me pusiera como un globo, después de que ocurriera eso no podría hacer nada.

Movia algunas cajas cuando se cayó una al suelo sacándome un susto. De las demás sobre la pequeña isla de la cocina y me deje caer con lentitud al suelo para recoger lo que se habia salido de la misma.

Entonces Mang se levanto y sorbio su nariz mirando la fotografía de Jungkook y yo. Y de mi madre biológica. Me sente en el suelo en forma de indio y continúe mi inspección. En otra foto ella llevaba un vestido blanco de tirantes mientras sostenía su sombrero en una pradera. Sus ojos eran cafés oscuros y su cabello era castaño. Yo no me parecía a ella.

Yo era la viva imagen del poco hombre de mi padre. Eso la destroso.

Suspire. Había pasado un tiempo desde que aquel hueco de mi pecho no estaba.

Mang no me estaba ayudando, aveces no tenia la fuerza para salir de la cama y no había señal alguna de llenar mi boca con algo de comida. Pero yo mismo me servía mis porciones para llevar una dieta saludable.

Algo que no afectará al bebé en desarrollo dentro de mí.

...

En mi tercer mes ya me había instalado por completo. El señor Wang me ayudó con muchos de los muebles. Incluso en el pequeño super del pueblo compro madera para hacer una pequeña cuna para mí bebé.

¿Por que el no fue mi padre?.

Esa misma mañana me tocaba mi cita para tener pronóstico de mi bebé. 

Movia mis pies. Era la primera vez que venía a la clínica de omegas en este lugar.

-Habeok, Wang Habeok.- movi mi cabeza a la enfermera que me llamaba por el pequeño corredor blanco.

-Te espero aquí. Iré por algunas golosinas para ti.- el señor Wang me revolvió el cabello y salió por el pasillo. Suspire mientras tomaba mi sueter y mi bolso.

Cuando salí de aquel consultorio me sentía pesado. En mi pecho Mang me pedía perdón. Sonreí con nostalgia mientras sostenía la nota de medicamentos y vitaminas que necesitaba empezar a tomar para cuidar en un extremo mi salud.

"-Se que es duro. Usted tiene un peso muy bajo. Me sorprende que este aquí y pueda caminar.-"

"-Su estado es delicado, su omega está dejando que el cachorro consuma su vida como una fuente de fuerza. En muchos casos eso está bien. Pero en el suyo, es peligroso.-"

"-¿Qué quiere decir?.-"

El doctor suspiro mientras miraba el ultrasonido "-Busca proteger a su hijo incluso de usted mismo. Ya que en estos casos su omega sabe que va a morir y junto con él usted.-"

"-Le recetare algunas vitaminas y veremos como toma el medicamento su parte omega. Si funciona hay una probabilidad de que se sobreviva al parto. También sabremos la otra probabilidad de..."

"Faceller en el parto.-" termine la oración.

-¿Como te fue?.- mire al doctor Wang a mi costado y sonreí.

-Me regaño. Tengo que tomar más vitamina. Aparentemente este bebé necesita más alimentación sana que golosinas.-

-Eso esta bien. Te llevo a casa. Y estas son para mí.- me regalo una sonrisa y me enseño la bolsa llena de golosinas.

-Ah claro que no. Usted dijo que eran para mí.-

-Si prometes comer algo más que golosinas, te las doy.-

Entre cerré mis ojos y sonreí: Esta bien.

Entonces decidí que el doctor Wang cuidaría de mi hijo si me llegara a pasar algo.

Él iba a ser el padre y abuelo que alguna ve, deseé.




♡Si hay algún error me lo hacen saber por favor♡

Los Gemelos KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora