3. secuestrada

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Como había pensado un taxi desde ese lugar tan caro me costó demasiado, me duele admitir que por mi orgullo, perdí mucho dinero. Y no me mal interpreten, no me enfade porque me ofreció ser su muñeca de juguete, no por eso no, después de todo soy una puta seria estúpido eso. Pero... me enojé porque ese hombre me ofreció de una manera tan descarada, todo lo que yo he luchado y tratado de conseguir en estos últimos 2 años y él simplemente me lo ofrece como si no fuera nada, como si mi meta fuera una mierda para alguien como el. Y por eso seguramente ahora mismo perdí la mejor oferta que un hombre me podría hacer. Suspiro mientras bebo un poco de leche de la caja.
Estoy en mi apartamento el cual es bastante pequeño con decirles que solo tiene una habitación, un baño y una mu pequeña cocina donde apenas puedo entrar, pero para su precio está bastante bien.
Y hay viene el choque de realidad que pensé que no llegaría hasta el mes que viene. Tocan la puerta.
Cuando la habro, me encuentro con la señora Müller, la cual me observa con su típica mirada de desprecio y asco, a la cual ya estoy acostumbrada.
-que se le ofrece señora Müller. Digo de la forma más cordial posible.
-solo te vine a recordar que el alquiler se cumple en dos días, y no aceptaré ningún retraso.
Expresa con un leve tono de odio. Sé muy bien que a la señora no le agrado, ya que ella considera asqueroso mi trabajo, además de que me retrasé unos días el mes pasado, y eso no le cayó muy bien que digamos, lo único que impidió que me echara fue Jonathan su esposo el cual al contrario de la señora es un anciano adorable que no juzga a los demás, por su trabajo.
-lo se señora y no se preocupe no me retrasaré, si eso es todo adiós. Informo cerrando la puerta dejando a la señora
Con la palabra en la boca. Dirán que mal educada soy, pero en estos 2 años conozco bastante bien a la señora Müller y créanme que les digo que solo me IVA a decir que me iré al infierno, y cosas así.
Camino y veo la hora en mi cel, tiene la pantalla rota, pero aún funciona bastante bien, veo que apenas son las 7.30 de la mañana y decido ponerme a limpiar para dejar la casa limpia, antes de ir al muelle.

Me encuentro en el muelle esperando a que venga algún cliente, pero no ha venido nadie.
-hermosura, me dijeron que te subiste en un auto lujoso ayer. ¿Escucho como yeri dice al acercarse.-y dime como te fue?
Suspiro.
-no te lo negaré el hombre tenía plata y era bastante guapo, pero era un rarito totalmente. Le digo mientras enciendo un cigarro.
-mmm, no me digas que te chupo los dedos de los pies. Dice este y yo me rio, ya que fue un cliente que ella tuvo, y la asusto bastante.
-para nada, el literalmente luego de ver mis pechos, me ofreció espagueti.
Yeri ríe ante esto.
-vamos, pero eso no es malo, es raro si, pero no es raro en la escala de lo malo, y no hay nada mejor que cenar espagueti con un hombre guapo y rico. Hace un ande mano, marcándose la entrepierna y ambos nos reímos.
-okay, eso no fue tan malo, sino que. Hago una pausa, aún tengo coraje por lo que él dijo.-me ofreció, dejar de trabajar en el muelle, y dijo que me daría todo lo que yo quisiera. Al decir esto la sonrisa de yeri desaparece, ella no es tonta, sabe que nada es gratis, y que una oferta tan grande tiene un precio aun mayor que pagar.
-y que te dijo que quería a cambio. Pregunta
-no lo sé, me fui de hay antes de que dijera más, ese pedazo de mierda era demasiado, engreído, si hubieras visto como dijo eso tan a la liguera, como si le sobrara de todo y eso solo fueran mi gajas.
Sé que mi tono subió por el enfado, pero es yeri ella me entiende.
-ok, pero menos mal y saliste de hay lo mas rápido posible, esos hombres asi son muy peligrosos. Dice y yo asiento veo como llega un cliente buscándola y ella me hace un ante mano y se va a atenderlo.
Aún me sorprenden los hombres que vienen a buscarla ya que el hombre que llego en el auto tiene los vidrios blindados, y cuando baja las ventanas mira a los lados y le hace un adema para que ella suba al auto.se van rapido, ya que el hombre es de los típicos que no les gusta que los vean por estos rincones. En fin la hipocresía.
Arreglo un poco el conjunto que llevo, puesto que consiste en una falda rosa con una blusa escotada del mismo color, ambos de piel y unas botas negras, es un conjunto bastante hermoso para ponérmelo a trabajar, pero como siempre digo"si vas a lucir fabulosa que sea siempre, hasta cuando vas a putear.
Observo algunos autos pasar y al fin llega un hombre a buscarme, me acercó al auto el cual tiene algunos rayones los cuales dejan ver el óxido.
-hola, guapo en que te puedo complacer. Digo mientras me encorvó lo suficiente para verle a los ojos.
-cuanto cobras por hora. Expresa, ok, este hombre no tiene ni una pisca de decencia. Le cobraré más.
- 50 dólares la hora. Expresó a lo cual él se sorprende, no creo que esté dispuesto a pagarlos, así que ya me estoy preparando para darme la vuelta e irme, pero este responde.
- te quiero por una hora, sube al auto. Esto me sorprende, pero asiento y doy la vuelta dispuesta a subir al auto cuando, de la nada, me sujetan de las muñecas, observo confundida a un hombre en trajeado.
-oye porque me tocas idiota.expresó enfadada, este parece no inmutarse y me jala consigo a un auto oscuro, forcejeo y lo pateo llamando la atención de las personas, el hombre del auto sale de este.
-que crees que estás asiendo amigo, yo estoy negociando con ella. El lo toma del hombre y el en trajeado de la nada saca un arma de su saco, lo cual ase que la multitud que se había formado se disperse.
-vete ahora. Dice el hombre con el arma apuntándolo a la cabeza, el cliente se cae para atrás para luego corre a su auto y irse. De la nada me encuentro a solas con un desconocido, el cual esta armado en las oscuras y vaciás calles del muelle.
El en trajeado guarda el arma y me sigue arrastrando hacia su auto, trato de colaborar, lo me malinterpreten, obviamente, no quiero ir al su auto, pero el tipo tiene un arma, y quiero seguir viva.
Abre la puerta de su auto, me entra en el y la sierra poniendo el seguro, ya dentro es que me doy cuenta de que hay otro hombre de conductor.
Ok, ya entré en pánico, golpeo la puerta con mi zapatilla, tratando de habría o de romper la ventana, pero esta se queda igual, ahora me arrepiento de no haber comprado el kit de protección personal, y ese puto llavero romper ventanas. Sigo golpeando, pero la puerta y la ventana siguen igual, el auto se pone en marcha, miro hacia lante y golpeo al conductor con mi bota, este gruñe el copiloto sujeta la bota y la tira por la ventana.
-quieta. Dice este, pero eso es una alarma para que lo golpee y lo arruiné, este reacciona dándome un puñetazo, el cual me aturde y pierdo el conocimiento.

ObedecemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora