Me gritaban, me insultaban si no comía, pero jamás se sentaron conmigo a platicar...
Así que me acostumbré desde pequeña a muchísimas cosas; si me sentía mal nadie debería saberlo, si tenía hambre comía a escondidas, si no tenía hambre tiraba la comida.¡COMER, COMER, COMER! No era para mí. –Nadie me va a querer si estoy gorda ¡Ve esto! Se ve horrible– una comida al día... Máximo dos y era muy poco lo que me servía...
Y cuando teníamos deportes, siempre me esforzaba muchísimo más para bajar de peso.Ya no quería seguir así, mi única salida era cortarme los brazos para llamar la atención, pero nadie se dio cuenta, así que deje de hacerlo, mi segunda alternativa fue causar problemas en la escuela, pero tenía miedo de que llegaran mis padres y me golpearan por todo lo que estaba haciendo... Porque ellos nunca me educaron así, yo aprendí de todo lo que miraba a mi alrededor.
Los meses pasaron y yo cambiaba de amigos casi siempre.
–A nadie le caes bien, mira– Me mostró una conversación de un grupo de la escuela.
–Que bueno que la sacaron–
–Tiene un carácter horrible, no me agrada–
–No hay que juntarnos con ella–Aquella noche llore demasiado y no quería ir a la escuela, pero tenía que ir... Se sentían tan incómodos esos momentos.
–No quiero ir a la escuela– Mi madre sacudió mi cama y desesperadamente me preguntó el porqué, ¿Sería absurdo decirle? Pero que más da, era un día de tantos...
–¡LEVANTATE PARA IR A LA ESCUELA!– Que gritos tan más fuertes pegaba por el cielo... Me volví a acostar y volví a decirle que no quería ir.
Ya eran las diez de la mañana y no encontré mi celular...
–No te voy a dar tu celular, porque no fuiste a la escuela– Si tan solo supieras el porque, lo deje pasar, pero tenía que hacer tareas.
–Y yo no sé cómo le vas a hacer con las tareas, pero quiero que me las consigas y las hagas ahorita mismo porque yo no tengo la culpa de que no hayas ido a la escuela– dios, sentí un nudo en la garganta.
–Pero necesito mi celular, porque mis amigos me van a pasar las tareas– ¿Cuáles amigos voy a tener yo? Solamente son mis compañeros de clase.Al siguiente ella fue a justificar la falta, diciendo que me sentía mal o algo así. Da igual lo que haya pasado en aquel momento jamás volví a faltar a la escuela.
Me explotaba tanto en concursos que me agotaba bastante y lo hacía para destacar en mi propio mundo competitivo... Bueno, con mis padres aunque realmente no funcionó me estanque en ese mundo por querer destacar con alguien más pero tampoco funcionó y termine por dejar de hacer las cosas que más me gustaban.
Si pudiera elegir un día feliz de aquellos años no sabría que responder... ¿Quizás el primer día? O ¿El último? Quizás no fue ninguno... Quizás si hubo un día pero ya estoy viviendo el presente, debería olvidar lo que pasó
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GIRASOL PERDIDO
Non-FictionJa! ¿Acaso eres una chica cliché? Solamente quería ser feliz de nuevo.