CAPÍTULO 1

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Dos niños jugaban en un patio muy grande, estaban corriendo como si su vida dependiera de ello, estaban riendo felizmente mientras sus dos madres los veían y hablaban tranquilamente.

Los niños se cansaron y fueron hacia sus madres caminando y molestandose entre sí, los dos pequeños sonrieron hacia sus madres y ellas al darse cuenta de esto los levantaron y llevaron hacia sus regazos.

-Parece que alguien se canso bastante -Dijo una mujer pelinegra y arreglando el cabello de su hijo -Será mejor que vallan a pedir algo de tomar a la cocina, que les parece? -Dijo sonriendo hacia los dos pequeños y ellos asintieron felizmente.

-Esta bien mami, vamos gigi -Dijo feliz bajando del regazo de su madre y tratando de no manchar el gran vestido de esta.

-Bien, pero espérame -Dijo bajando igualmente y se fue tomando la mano de su acompañante sonriendo y acomodándose su cabello.

Los dos pequeños fueron caminando hacia el gran castillo con una sonrisa, claramente eran niños y ellos sonríen casi todo el tiempo.

Llegaron hacia la cocina y entraron viendo a las cocineras de un lado a otro, hoy era un día bastante ocupado para ellas, tenían que tener un banquete especial para lo que se esperaba esta noche.

-Nana, me puede dar unos vasos de agua por favor -Le dijo a la mujer que supervisaba a las cocineras, ella volteo y le sonrió al pequeño con su pequeño amigo nuevo que había echo.

-Claro príncipe Taehyung, ahora se los traigo -Dijo y se tomo el tiempo para llevarle los vasos de agua a los dos pequeños, uno lo recibió amablemente y el otro tímidamente, se veía muy tierno a los ojos de ella.

-Gracias Nana! -Dijo y dejaron los vasos de agua una vez terminaron y se fueron de aquel lugar para ir al cuarto del mayor de los dos.

-Gigi, ven, tengo que enseñarte algo -Dijo emocionado el mayor de los dos por lo que el otro lo siguió sin decir algo más, lo que se había dado cuenta Tae era que Yoongi no era de hablar mucho, pero pronto eso cambiaría.

-Gigi, porque no hablas mucho? Me gusta escuchar tu voz -Dijo parándose al frente del pequeño y siguiendo su camino.

- Pero nisiquiera eh hablado mucho para que digas eso... -Dijo con un rubor en sus mejillas pálidas que ahora por lo dicho se encontraba con un suave rosa pálido.

-Tienes razón, pero eso no importa, me gusta escucharte hablar aunque sea un poco -Dijo revolviendo el cabello de pálido, cualquiera diría que ellos fueran pareja, al menos solo de vista porque se tomaban bastante de las manos y alguna que otra caricia, claro, no es mucho pero ya saben...

-Esta bien -Fue lo único que dijo ya que el castaño lo jalo de la mano eh hizo entrar a una habitación, se sorprendió al ver que todo estaba en un estado perfecto, y claro como no?

-Hace unas semanas que somos amigos... y ya se acerca tu cumpleaños como habías dicho, no? -El pequeño asintió desconcertado de lo que pasaba- Y quiero darte algo antes de tiempo, te parece? -Sonrió mostrando su sonrisa en forma de rectángulo, muy linda para el otro.

-Si -Dijo tímidamente ocultando su rostro, no sabía que hacer, y como buen niño que era o como todo niño no le iba a decir que no a un regalo.

-Bien, ahora cierra los ojos -Dijo haciendo su pecho más grande, mientras soltaba todo el aire cuando se volteo una vez se aseguró que el menor no viera nada, una vez seguro se dio la vuelta y tomó una pequeña corona de flores y una pequeña pulsera con su inicial y la inicial del contrario, ustedes dirían que es muy rápido para una amistad que lleva casi un mes de conocerse, pero vamos, los niños son haci y no les importa nada más que el saber que ríen

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