Martes 12 de abril

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El día empezó yo despertándome y viendo a mi prima Jimena de pelo marrón y de 7 años al lado mío, ella tenía los ojos abiertos pero no parecía moverse, cuando giramos a ver la cama de mi hermana Emma, ella no estaba ahí puse los ojos en blanco con mi prima, ella siempre se iba con mi abuela a dormir abajo.

Miré a mi otra prima, Julia pelo marrón que llevaba una camiseta azul oscuro con rallas y unos pantalones también azules oscuros con flores. Ella estaba dormida.

Tras hablar susurrando con mi prima ella se despertó y las hice esperar 2 minutos para que fueras las 8:00 para que fueran al baño.

Al final bajamos aunque no tuviera muchas ganas, nos tomamos un bol de cereales aunque nos tocará tostadas, *sonrisa malévola* nos quedamos en el salón, mi prima Julia y mi hermana Emma pelo rubio y ojos azules estaban en un sillón y mi prima Jimena y yo estábamos en sofás distintos.

Por la mañana no hicimos mucho, simplemente mi prima Julia y yo nos limitamos a ver la tele aunque yo no la estaba viendo, yo leía un libro en el móvil mientras me tapaba con mi manta.

Cuando comimos todos se sentaron aunque a mi prima Jimena y a mi hermana (de la misma edad) tardaban  un poco en venir, al menos ellas hacían algo por la mañana, yo me limité a llamarlas y a sentarme, comimos fideos y fajitas.

Terminamos y seguimos con la tele, aunque yo leía mi libro me desconcentraba un montón la tele, mi prima siguió hasta que nuestra abuela nos dijo que jugáramos o que hiciéramos algo además de ver la tele, hicimos palomitas y nos dirigimos a  fuera.

Jugamos a que teníamos que sobrevivir en el huerto y que había que derrotar a mil zombies, al final acabamos con 777 antes de usar un árbol como refugio, además todos cogimos un montón de trevoles y los puse en el suelo estendiendolos, hasta hice unas almohadas, yo le insistí a mi prima que no durmiera colgada del árbol agarrada como un perezoso pero solo nos quedamos ahí mi prima Julia y yo.

Cuando nos llamaron para cenar fuimos y cenamos medio perrito caliente, yo repetí pero como no quedaba más pan de perrito caliente, me lo comí sin pan, llegó la hora de dormir, le conté un cuento que había escrito a mi abuelo y me subí, elegimos el CD que ver aunque no me convenció ninguno y nos dormimos.

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