CAZA DE MUÑECAS

EXPEDIENTE: "La muñeca Lizzy"

Se dicta cadena perpetua a Elizabeth Ann Spencer a quien se le atribuyen al menos 16 asesinatos.

Nunca sabes que se puede encontrar tras ese rostro de niña inocente.

La historia de esta joven es un tanto peculiar. Desde que Elizabeth tenía seis años su madre la obligaba a participar en actos sexuales con hombres que pagaban por ello; pero además de pagar por el servicio debían regalarle una muñeca a la niña. Ella no sabía que lo que su madre hacía era incorrecto, después de todo ella recibía un presente de esos hombres.

El negocio llegó hasta que la pequeña contaba con diez años de edad, ya que su madre habría muerto de una sobredosis de calmantes. Lizzy, como era llamada, fue adoptada un año después en el internado al cual la habían trasladado.

Lizzy era demasiado bonita y seria, los Spencer quienes eran sus adoptivos no sabían mucho de su nueva hija, pero les pareció extraño que les pidiera una muñeca el primer día que esta llegó a su nuevo hogar.

Los Spencer estaban con Lizzy, era buena en el colegio y muy obediente. Llamaba mucho la atención de ellos, que la mayoría del tiempo se la pasara jugando sola en su habitación con todas sus muñecas. Elizabeth las veía como un tesoro, nadie podía tocarlas ni siquiera para hacer limpieza de la habitación. Sus padres respetaban eso y cada que podían le daban a elegir una muñeca nueva que comprar.

Cuando Lizzy tenía, la edad de catorce y aún seguía conservando sus preciados juguetes; sus padres decidieron prohibirle jugar los lunes para que decidiera realizar otra actividad que le ayudara a dejar este hábito. El enojo de la niña fue evidente, pero respetó esa regla y comenzó a odiar los lunes.

Poco a poco parecía que la obsesión por las muñecas desaparecía. A los diecisiete años, aún permanecían intactas todas sus muñecas en el estante de su habitación tal si fueran trofeos. De vez en cuando las acomodaba.

Todos en el Instituto creían que Spencer tenía una vida perfecta, ya que sus padres adoptivos no sufrían económicamente.

Pensó que su mundo se derrumbaba cuando se dio cuenta que su padre le era infiel a su madre, pero no quiso decir absolutamente nada, no podía arriesgarse a que su "vida perfecta" terminara.

Ignoró el hecho y continuó normalmente.

Cierto día, llevó a su casa a una de sus compañeras para realizar un trabajo. Cath Brown, le mencionaba a cada momento que su casa era grande y hermosa. Lizzy se sentía bien con los halagos hasta que llegaron a su habitación y su compañera expresó que su pieza era algo infantil, pero enseguida notó la molestia y le dijo que sus muñecas eran bastantes lindas. Terminaron su trabajo y Cath hizo un comentario que Lizzy no pudo sacarse de la cabeza, "Cindy Fay es demasiado perfecta, incluso más que todas tus muñecas juntas". Ella ni siquiera tenía idea en qué perjudicaría ese dialogo.

Al día siguiente, Lizzy no dejaba de ver a Cindy pues era verdad que era muy bonita. De alguna forma le causaba envidia, pero no solo era Cindy, notó que varias chicas en el colegio eran más bellas que ella. No le gustaba esa idea. Y así todo comenzó.