Capítulo 1: Sombras.

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 Jueves, 20 de Enero. 21:46 hrs.

Estaba algo obscuro, no sé exactamente donde me encuentro.

Estoy encadenada a una barra de metal, recuerdo un poco de lo que ocurrido el día ayer, si es que ya pasó por completo. En mi habitación se encontraban unas sombras extrañas...

Ω Recuerdo. Ω

Había pasado un día increíble con mis amigos, nos encontrabamos en una feria a una ciudad cercana, un día excelente que jamás pensé terminar así.
La casa se encontraba sola, como de costumbre, con unos padres llenos de trabajos y contratos en otras ciudades era fácil acoplarse a sus viajes de negocios y una soledad innecesarioma. El alumbrado publico estaba apagado, por lo cual la poca luz que podía entrar a mi recámara era totalmente nula, acostumbrada mi vista a esa oscuridad preferí encender una lámpara de tocador con una luz muy tenue. Recuerdo ver algo extraño que llamo mi atención; la ventana estaba abierta de par en par, algo no andaba bien en ésto.

Comencé a caminar en dirección a la ventana para evitar que se colara algún insecto cuando un ruido seco llamo mi atención, rápidamente me gire topándome con dos sombras de personas, al parecer muy extrañas.

Con la tenue luz de espaldas no se podía distinguir mucho, aspectos vagos de dos personas altas, fisonomía de personas jóvenes y relativamente fornidas. El miedo ya se había apoderado de mi, mis nervios a tope esperando lo peor en cualquier momento y con las pocas agallas que aún conservaba me atreví a fórmular la pregunta más estúpida para la situación.

-¿Quienes son ustedes?

-¿No crees que ya es demasiado tarde para que una chica tan linda este despierta?- No se podía distinguir de cual figura provenía dicha voz.

-Será mejor que vayas a dormir, nena.- Automáticamente sentí como se bajaba mi presión y comenzaba a aturdimirme.

La vista rápidamente se volvía negra mientras esas figuras se acercaban a mi antes de desplomarme.

ΩFinal. Ω

Si fuera más cuidadosa con la seguridad en casa, o tal vez y precurara llegar más temprano ésto no estaría sucediendo...

Lo más probable es que me utilicen para trata de blancas, o posiblemente pidan un rescate a mis padres por una cantidad exuberante de dinero para después tirar mi cuerpo en un lugar vago de la ciudad donde no me encuentren... Las posibilidades son infinitas y ahora sólo me puedo limitar a esperar.

Sin salida. (En Edición). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora