Parte Única

2.3K 214 43
                                    

Caín y Yahwi llevan rato compitiendo por el amor de una basura, incompetente y misera- perdón, de un “lindo” jovencito llamado Jooin.

Aunque esta batalla ya la había ganado el perro de cabello rubio, llevaban aproximadamente 3 años de ser pareja, ya hasta tenían anillos de pareja, y aunque todo es miel sobre hojuelas, no todo estaba bien porque su relación era muy dulce, demasiado dulce, hasta la intimidad tenía que ser dulce y aunque Caín quisiera ser más rudo, este no podía serlo, por lo frágil que era su miserable e inmundo novio.

Y a pesar de que Yahwi aún deseaba a Jooin, él se veía con personas, o más bien dicho, hombres, cada noche uno diferente, y decidió experimentar a tomar un rol diferente al que siempre tomaba, a veces tomaba el rol de pasivo pero de un pasivo muy dominante pues no se permitía que nadie lo dominara y esto encendía aún más a los hombres con los que se encontraba cada noche, aunque esto era un secreto que se tenía que tener muy bien guardado para si mismo, pues al ser unos de los empresarios más conocidos, tenía un reputación que cuidar, pero esto se fue al caño, pues un empleado al que precisamente odia tanto, fue el que lastimosamente se enteró de todo...

Caín se levantaba aproximadamente a las 6:00 am para llegar puntual a su detestable trabajo, y… ¿Por qué era detestable? Pues bien, era porque es el  secretario personal del presidente de una de las empresas más importantes de la ciudad, ¿ Y quién era el presidente? Pues nada más y nada menos que el tipo que más odiaba en el mundo, osea, Go Yahwi, un hermoso, pretensioso y orgulloso hombre, el cuál todo los días lo trataba como un perro, ¿Y por qué seguía ahí? Pues porque a final de cuentas, pagan muy bien.

Caín siempre había querido descubrir algún secreto íntimo de su jefe, pero obviamente Yahwi era muy cauteloso y siempre le echaba esa mirada afilada que hacía enojar al rubio, pero una noche en la que pasaba cerca de un desolado callejón, escuchó unos “extraños” gemidos, pensó que quizá esa persona necesitaba ayuda, por lo que decidió acercarse, grande fue su sorpresa al ver que quién se encontraba gimiendo como gata en celo, no era más ni nada menos que su orgullo jefe, claro que lo primero que hizo fue tomar una foto, la cuál salió muy bien iluminada por los faros de luz que se encontraban cerca. “Já , al fin tengo algo con que destruirte Go Yahwi”. Esa noche por primera vez, Caín llegó muy feliz a su apartamento, y  lo primero que hizo fue darle un gigantesco beso a su noviecito e irse a dar un baño, Jooin lo miraba extrañado pensando en que le causaba tanta felicidad, pero mejor decidió no preguntarle nada.

Al día siguiente Yahwi despertó con una cruda de los mil demonios, y tumbando al hombre que se encontraba a su lado, decidió levantarse para tomar un largo baño e ir a trabajar. Al llegar a su trabajo vio que el maldito perro se encontraba sonriendo de oreja a oreja como un idiota, “ Y ahora que le pasa a este” pensó extrañado, pero simplemente lo pasó de largo sin siquiera darle los buenos días, decidido a entrar en su inmensa oficina, sintió como el rubio lo jalaba del brazo al interior de esta, - ¡¿Pero que demonios te ocurre?! ¡¿Cómo te atreves?! – Yahwi se retorcía y finalmente se soltó del rubio, pero este lo agarró de nuevo y lo obligó a mirarle a la cara, la cuál tenía una sonrisa orgullosa, Yahwi frunció las cejas tratando de encontrar lo gracioso en esa situación, finalmente el rubio habló, - Muy bien jefe, me pregunto, ¿que dirán todos cuando vean está foto en las redes y noticias eh? – ¿De que demonios hablas perro estúpido? – De esto – Caín sacó su celular y le mostró la indecente foto, a Yahwi casi se le cae la mandíbula de la sorpresa y al ver tal error que cometió la noche anterior, - ¿De-de dónde sacaste eso? ¿¡Me estás acosando maldito perro?! – Oh no, cómo se le ocurre decir eso, yo simplemente pase por ahí y pues vi lo que hacía, así que decidí vengarme – dijo con una grata sonrisa, a Yahwi solo le crecían las ganas de abofetear a ese estúpido perro, pero este simplemente lo tomó de la muñeca y la apretó con fuerza, - dime qué diablos quieres, ¿Dinero, viajes, casas? – Oh no, nada de eso, yo lo que quiero es a usted, lo quiero ver humillado y arrastrándose a mis pies, que me ruegue piedad y que pierda ese orgullo suyo que tanto presume ante todos. ¿Lo entiende? – Yahwi solo soltó una risa burlona. ¿Acaso ese perro tiene tendencias sexuales sádicas? - ¿Por qué mejor no haces eso con tu novio ah? ¿O acaso no te satisface? O… ¿No me digas que te encantó escucharme haciendo tal obsceno sonido? – Caín se sonrojó ante lo dicho, por un momento pasó a su cabeza ese fugaz pensamiento de que quizá esa es la razón por lo que pidió a Yahwi en vez de dinero, pero rápidamente sacudió su cabeza negando, él solo podía desear a su amado Jooin, - ¿Es eso? Bueno, quizá con lo que traes entre las piernas me haga gemir incluso más alto – Yahwi bajando la mano, pasándola por el pecho y abdomen del rubio, llegó hasta la entrepierna y apretó el gran paquete, haciendo que este se estremeciera y alejara su mano de inmediato, pero el pelinegro no desistió y decidió apretar aún más fuerte aquel miembro que se iba haciendo aún más notable a través del pantalón, Yahwi soltó un jadeo de excitación al sentir lo grande que era, así que decidió abrir la cremallera y sacar el miembro del cuál comenzaba a escurrir presemen, Yahwi se relamió los labios y se arrodilló a la altura de ese majestuoso pene y empezó a besar y a lamer mientras que con su mano apretaba la base, metió el miembro en su pequeña boca y su lengua lamía el trozo de carne, chupaba y succionaba mientras tanto Caín tomaba de la cabeza al pelinegro para empezar a embestir y así su miembro llegara a lo profundo de su garganta, y aunque Yahwi sintiera la muerte, a la vez se sentía tan malditamente bien que dejaba que Caín lo llevara a su ritmo lo cual nunca se lo permitía a nadie, Caín finalmente se corrió y todo su semen fue directo al estómago del pelinegro el cuál se levantó y tomo del mentón al rubio, y lo besó, fue un beso de esos violentos que te dejan con ganas de más y ellos se los permitieron, Caín sujetó fuertemente con una mano la fina y delgada cintura del pelinegro mientras que con la otra manoseaba su trasero, Yahwi soltaba entre besos excitantes jadeos que encendían aún más al rubio, este comenzó a descender a través del cuello del pelinegro y empezó a dejar besos y marcas mientras aún lo manoseaba obscenamente, Yahwi tomó la mano del rubio y metió uno de sus largos y gruesos dedos a su boca y empezó a lamer y chupar dejándolo empapado, Caín sonrió con picardía y jaló a Yahwi hacía su escritorio, lo recargó en él dejándolo de espaldas, bajó su ajustado pantalón y empezó a introducir el dedo anteriormente mojado, Yahwi soltaba dulces gemidos, nunca antes nadie lo había preparado, siempre lo hacía él mismo por lo que nunca se sintió tan bien a cómo se estaba sintiendo esta vez, mientras Caín lo preparaba sujetó el erecto y mojado pene del pelinegro y lo empezó a masturbar, - Ah~ ya ba-basta Caín, es su- suficiente, ah~ No, aún no es suficiente cariño~ Caín metió el tercer dedo tocando el punto especial de Yahwi e hizo que este se corriera, - Vaya vaya, el gran Yahwi se vino solo por tocar su trasero, que obsceno – Ca-cállate y mete tu estúpido pene, estúpido per- Caín no dejó terminar de hablar al pelinegro y solo arremetió contra su agujero, sacándole un grito de placer, sacó su miembro y lo volvió a embestir fuertemente, tomó la mandíbula del pelinegro y vió esa cara, esa cara inundada de placer, sus mejillas sonrojadas su boca entre abierta soltando gemidos sin medir su volumen, esos ojos con lágrimas de placer, ¡Rayos! ¡Que fascinante vista! – Esa carita Go Yahwi, no se la muestres a nadie ¿Entendiste? Solo a mí, solo a tu dueño, ¡que soy yo! – volteó al pelinegro y puso sus piernas en sus hombros mientras que su pene entraba aún más profundo, haciendo resaltar un bulto en su estómago, Yahwi se sujetó del cuello al rubio y lo acercó para besarlo con una inmensa pasión, pronto él se corrió de nuevo, mientras que el rubio seguía entrando y saliendo, Yahwi movía sus caderas al ritmo de Caín y gemía con desespero, - Ah, ah~ más, más fue-rte por pie- piedad, ngh~ Con gusto gatito~ Caín de nuevo sacó su pene y tumbó encima del escritorio al pelinegro y embistió nuevamente, segundos después finalmente se corrió dentro del pelinegro, el cuál se intentó levantar pero cayó de rodillas ante él, - ¿ A dónde crees que vas eh? ¿Acaso piensas que he terminado? – Ya, ba-basta Caín, ya obtuviste lo que querías ¿No? Déjame ir – Caín solo sonrió de lado y tomó del cuello al pelinegro, - Solo una ronda no me basta – sujetándolo del cuello lo aventó a su silla, abrió sus piernas temblorosas y embistió sin piedad, la entrada de Yahwi ya se encontraba llena de los fluidos del rubio, y ahora este arremetía para desalojar más, este se agachó al pecho del pelinegro y comenzó a succionar y a morder sus pezones, los lamió y relamió, Caín proseguía a besarlo por todo su cuello, cuando un teléfono comenzaba a sonar, - Argh, ¡Demonios! ¿A quien se le ocurr- Pues lo siento mucho por molestarte en tu “trabajo” – Caín no pudo ni terminar de hablar cuando se dió cuenta de quién se encontraba atrás de él, Yahwi simplemente quería reír como nunca había querido, pero solo se dedicó a gemir y a moverse por su propia cuenta, Caín lo volteó a ver enojado dándole una señal de que pare, pero Yahwi hacía caso omiso y siguió gimiendo aún más fuerte que antes, Jooin solo se quedó ahí parado y consternado.

Caín simplemente salió de Yahwi, y se medio vistió para ir con Jooin, este solo le estiró la mano dándole una bolsita con un osito amarillo, - (Sniff) S-sé que no es mucho pero, (Sniff) como es tu cumpleaños, quise sorprenderte, pero al parecer, el sorprendido ahora soy yo – dicho esto Jooin quiso salir de ahí de inmediato, pero una fuerte carcajada resonó en sus oídos, - JAJAAJAJA, Ay, ¿Es de verdad esto? ¿No es una cruel broma de tu parte perrito? – ¡CÁLLATE! ¡No tienes ningún derecho de decir eso! ¡Y mírate como estás! ¡Pareces una puta barata! – gritó enojado un pelicafé que estuvo a punto de soltarle una bofetada al pelinegro, que solo traía puesta la camisa del rubio, quien solo tenía la mirada agachada mirando el suelo y pensando en que demonios iba a hacer con esos dos, mientras que ellos se mataban con la mirada, como Yahwi se encontraba más cerca de Caín y quería ver aún más enojado a Jooin, se acercó y lo abrazó por el cuello y le besó, Caín abrió los ojos como platos mientras miraba de reojo a Jooin, quiso separarse del pelinegro pero este no lo soltaba y por otro lado, él tampoco quería que lo soltara, Jooin solo soltó un bufido molesto y se fue, Caín no fue tras él, ni siquiera sabe el porqué no lo hizo, se supone que amaba a Jooin, pero parece que amó más el acostarse con Yahwi, - Ahhh - ¿Por qué suspiras eh? – Caín se soltó de él y se sentó en el sillón que ahí se encontraba, Yahwi se acercó a él y se sentó en sus piernas repartiendo besos por su cara y cuello, Caín no hacía nada, solo se quedó ahí quiero, dejando que Yahwi hiciera lo que quisiese, - Awww, vamos, haz algo, no me dejes hacer todo yo solo – Caín solo subió su mirada molesta y observó la orgullosa mirada y sonrisa que tenía puesta el pelinegro, solo lo abrazó por la cintura y recargó su cabeza contra su pecho, Yahwi se sorprendió por ese acto tan… ¿Tierno? - ¿Qué piensas hacer? ¿No vas a ir a pedirle perdón? – No… Creo que no, me quedaré aquí contigo – el pelinegro solo soltó un suspiro y recargó su cabeza en la del rubio, - Bueno, entonces, esperemos, a ver qué sucede mañana - ….

FIN

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 07, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

SECRETARIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora