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"¿Por qué sigues practicando?"

"Eres incompetente, ¿Acaso no te ha quedado claro?"

"Antes no podías ni permanecer sobre un caballo. Ahora, ni siquiera puedes manejarlo"

"Deberías rendirte, ¿No?"

Tras varios días de aquel incidente en la práctica. Luo Binghe se sentía terriblemente humillado.

La vergüenza por haber sido el único en caerse frente a todos, fallándole tanto a la cumbre Qing Jing como en especial a su Shizun por no cumplir su prometido. Lo estaba consumiendo.

A tal punto, que consideró no volver a practicar el deporte.

Él sabía que era torpe y deficiente, y anudado a las burlas y reproches que Ming Fan y compañía le propinaban por generar que dicho accidente ocurriera por su culpa.

Solo torturaba su frágil corazón.

-- Por favor Shizun, permítalo... -- suplicó con desesperación -- No me obligue a practicar de nuevo la equitación. Por favor...

Pero Shen Qingqiu estaba más que impresionado.

Jamás imaginó que Luo Binghe le pidiera súbitamente abandonar las practicas, y mucho menos, cuando sabía que él no se rendía con tanta facilidad.

-- ¿Por qué no deseas regresar...?

Luo Binghe bajó la mirada con tristeza.

-- Este discípulo es muy torpe para ello...

Pero Shen Qingqiu todavía no comprendía del todo.

Luego de ese inesperado accidente, había ayudado a curar sus heridas y hasta estaba casi seguro, que había logrado a aliviar su sufrimiento con sabios consejos y palabras de aliento.

Pero...

¿Nada de eso había funcionado?

-- Haré lo que sea. -- Luo Binghe continúo suplicando -- Incluso practicaré con mi espada varias horas si es necesario. Pero por favor... No me obligue a practicarla de nuevo. Le pido su comprensión...

Shen Qingqiu entrecerró los ojos y divisó su semblante con seriedad.

A pesar de que le costaba el entrenamiento, Shen Qingqiu confiaba que él podía lograrlo. El obsequio de la libreta había sido un detalle clave para eso.

Observando su semblante abatido, recordó que desde hace varios días había notado algo:

Luo Binghe ya no sonreía como antes.

Al menos, no con ese brillo de felicidad que lo caracterizaba, y tampoco lo había vuelto a ver visitando a los caballos como usualmente acostumbraba.

Eso era extraño...

"¿Acaso Luo Binghe... sentía miedo?"

Compadeció al considerarlo posible.

Si esto era cierto... no podía solamente sentarse a tomar té en su casa de bambú y verlo despreocupado como se sumergía en su miedo por un simple fracaso. Eso no era correcto.

Enseñanzas de Amor [BingQiu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora