Extrañeza

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Un lugar desconocido y un conflicto mayor
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El frío ambiente que abarcaba aquella sala llenó esta misma de pesadez y soledad a pesar de tener inconciente a distintas personas dentro, la luz no parecía adentrarse por ninguna parte dándole un toque tétrico al área, haciéndole parecerse a un cuarto sin salida alguna. 

O sin entrada.

El tic tac de un reloj comenzaba a hacerse presente con su arduo sonido, con cada vez más fuerza retumbaba ocasionando que muchos de los presentes se despertaran poco a poco de sus sueños teniendo como primera sensación el frío piso debajo de sus cuerpos. 

Los gritos claramente no se hicieron esperarse, cosa que alarmó en seguida a aquellos que aún no mostraban señales de despertar. 

Hajime fue uno de los primeros en salir de su inconciencia, tras darse cuenta de que no estaba en el mismo lugar en el que estaba anteriormente trató de buscar a algún conocido que le dé alguna pista o algo, pero lo que no se esperaba era ver a la gran mayoría de pandillas enemigas en la misma situación que el. 

— ¿Pero qué rayos?

— Ugh, mi cabeza...duele un montón — sus pensamientos fueron interrumpidos por unos quejidos que logró escuchar a su lado.

Volteó a ver desconfiado a la persona encontrándose con la imagen de Sanzu en el suelo sosteniéndose su cabeza con fuerza, el pelinegro se acercó rápido a verlo captando toda la atención del ojiesmeralda quien solo lo miró con confusión.

— Oye ¿Qué es este lugar? — le preguntó mientras se levantaba con cuidado, Koko le negó con la cabeza dándole en respuesta que no tenía ni la menor idea, cosa que hizo que el más bajo chasqueara la lengua fastidiado.

— Solo desperté y para cuando abrí los ojos ya...ya estaba aquí — se restregó la puente de su nariz nervioso queriendo tranquilizarse a si mismo.

— ¿Acaso nos secuestraron? — Koko volvió a negar terminando por colmar la paciencia del peliblanco. 

Justo más adelante otros ya estaban incluso de pie tratando de buscar respuestas que encajen con sus dudas. Uno de ellos era Chifuyu, tenía un delantal encima junto unas cuantas fundas de comida para gato estando en completo estado de shock al recordar cómo hace unas horas estaba en la tienda para luego de la nada estar parado en un lugar al cual no reconocía en lo absoluto. 

A sus costados estaban Draken y Mitsuya, este último estaba tratando que los gemelos Kawata despertaran de sus siestas. Casi recibe una patada por el mayor de los hermanos al querer tomarle del brazo para que se endereze de una vez por todas.

Watching Kimetsu no Yaiba │Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora