¿Es, realmente, molesto?

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Creo que puedo afirmar que todos acá vivimos por algo. Todos tenemos una razón que nos hace seguir adelante. Puede ser una mascota, una carrera universitaria, alguna meta, o una persona.

En mi caso es él. Él es mi razón.

Él es la razón por la que sonrío, la razón por la que aguanto todo.

Mis días suelen ser repetitivos. Pero... Si la rutina es verlo a él, ¿es, realmente, molesto? No, definitivamente no. Él es mi mejor rutina.

Es hermoso levantarse todos los días emocionado por ir a la secundaria. Emocionado por ver su sonrisa cuando está con sus amigos, a veces verlo concentrado es muy tierno. La felicidad en sus ojos cuando saca una buena nota, o emocionado al verlo ganar alguna partida en esos videojuegos que suele jugar a escondidas del profesor de literatura.

Mas, nada reemplaza esas miradas. Todas esas miradas donde yo lo observo completamente flechado y me mira por su cuenta, sin que lo llame o haga algún sonido. Por su voluntad, mira hacia mi banco y yo voto por hacerme el distraído aunque sé que se dio cuenta.

Ahora que lo pienso, puede sonar algo acosador pero, no pueden culparme, soy un puto adolescente en su etapa de obsesión con otros adolecentes atractivos, como lo es él.

Es tan fascinante. Todo lo hace perfecto. Quizás lo digo porque verdaderamente me gusta. Sin más, todavía creo que es pefecto, y esa debería ser la visión de todos. La razon de todos, porque se lo merece. Es un tipo increíble. No entiendo como no tiene a medio instituto a sus pies.

Cuestión: él es mi razón de vivir. Todo lo que soy se lo debo, por más que para él, yo soy solo un amigo. Él es mi razón y eso no va a cambiar.

Amo a mi razón. Y espero él me ame a mí.

𝙍𝙖𝙯𝙤𝙣𝙚𝙨 - 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵 (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora