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"Aquí" Fue el propio Jaemin quien encontró el celular y lo volteó, como una madre que, aún con ira, pensó en el bienestar de sus hijos y que estos podrian perderse.

"Nana..." - Renjun tragó saliva, tratando de retomar la conversación "Mira, lo siento por cómo te traté y lo siento también, Nono, porque yo..."

El más joven no parecía capaz de continuar con eso, volteándose hacia donde estaba su mochila nuevamente.  "Está bien. Solo... durmamos" solo murmuró, exhausto física y mentalmente por ese día tan estresante y el drama en el que se había convertido la conversación.  Le dolía demasiado.

"¡No!"  La fuerte personalidad de Huang, la misma que lo hizo comportarse como un imbécil en los días anteriores, lo impulsó a dar algunos pasos hacia adelante.

Jeno estaba a la vez aprensivo y curioso.  A diferencia de Na, había prestado atención a la reacción del chino minutos antes.  Habia entendido todo mal.  Por eso, el chico tomó la muñeca de su novio con delicadeza y sus miradas se cruzaron, conversando silenciosamente.

Al final, Jaemin suspiró, derrotado, y volvió a mirar al más pequeño que sostenía el dobladillo de su ropa con fuerza.  Teniendo su señal, Renjun comenzó a hablar temeroso:

"Me disculpo por comportarme de esa manera tan ridicula contigo".  Tragó saliva "Estaba demasiado asustado... Es que ese día me equivoqué, lo entendi todo mal... Pensé que querías traicionar a Jeno. Nunca creí que fueras capaz de hacer ese tipo de cosas y me volví loco."

Lee dibujó una sonrisa comprensiva para el más pequeño, viéndolo enredarse con sus palabras y sentimientos, mientras Jaemin seguía boquiabierto.

"Y nunca podría hacerte eso. Los he molestado a ambos tantas veces, he interferido en las cosas que ambos hacen, ¡No puedo dejar de pensar que soy una molestia para ustedes! Nunca podria estar contigo o alguno de ustedes, yo nunca estropearía esa hermosa relación que tienen, por mucho que yo..." Se detuvo en el momento en que se dio cuenta de lo que estaba a punto de salir de su boca y sintió un gancho en el pecho, golpeando fuertemente su corazón.  "Ustedes dos lo son todo para mí..." Sin previo aviso, un fuerte sollozo escapó de su garganta.  Ni siquiera se había dado cuenta de que había empezado a llorar.

La noche oscura, la luz fantasmal de la linterna y las extrañas sombras de los árboles solo lo hacían sentir aún más pequeño y desolado.

Como no era lo suficientemente valiente como para enfrentar a los coreanos, Renjun se perdió la expresión de asombro de Jaemin y la amplia sonrisa de Jeno. Este último se acercó lentamente y apartó sus pequeñas manos temblorosas de sus ojos llorosos, envolviéndolas en el calor de sus palmas.

Huang vio el afecto dirigido a él y jadeó ruidosamente. No se merecia que lo tratara de esta manera. No se merecia ese afecto.

"Injunni..." Jeno miró hacia atrás, sonriéndole a Na antes de volver a hablar con el más pequeño "Lo siento, Nana estaba nervioso" soltó una risita corta y acarició su mejilla húmeda "¿Me dejas explicarte lo que él trato de decir?"

El pequeño estaba confundido y no reaccionó cuando vio que Jaemin también comenzaba a caminar hacia él. Incluso con los ojos del joven ardiendo sobre él, Renjun no podía interpretar lo que significaba la forma en que sostenía su labio inferior entre los dientes.

Hasta que Jeno se arrodillo frente a él, aún sosteniendo sus manos.

Le dolía el corazón que latía en su caja torácica. Sus piernas parecían no poder sostener su peso y su respiración estaba descontrolada.

"Renjun..." Jeno sonrió, con esa sonrisa que era casi como si el mismo sol estuviera presente "¿Quieres salir con nosotros?" Esperó un rato, pero Huang simplemente movio su mirada de uno a otro sin detenerse, con la boca abierta en estado de shock. Jeno se rió entre dientes.  "Por favor. Realmente queremos salir contigo"

𝐒𝐀𝐕𝐄 ᴰʳᵉᵃᵐ ㅡ 𝙉𝘾𝙏 𝘿𝙍𝙀𝘼𝙈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora