Love Crime

Capitulo 7

Hannibal tomo a Bedelía y se dirigio con ella al frio sótano en donde se podía ver un sinfín de instrumentos que el utilizaba para preparar sus ¨viveres¨ todos siempre demostrando el buen gusto y finura de Hannibal pues todos en su mayoria eran hechos de materiales demasiado caros, Bedelia sabia perfectamente la función de cada uno, después de todo, el tiempo que vivió con el no fue en vano, aun así Bedelia no quiso ni intentar pensar en lo que Hannibal le podría hacer , ella había sido testigo de algunos cuentos crímenes además de haber  escuchado de la propia boca de Hannibal los horrores que había cometido y sabia perfectamente que en la mente de un sujeto como Hannibal podrian ocurrir demasiadas escenas posibles.

Por su parte Hannibal sabia perfectamente lo que Bedelia podría estar imaginando, sabia perfectamente que esa persona sabia muchas cosas sobre el, pues después de todo el tiempo que estuvieron juntos se vio obligada a aprender acerca de Hannibal, y fue testigo de todo el proceso meticuloso por el cual Hannibal lograba obtener sus "presas" .

Hacia mucho tiempo en que Hannibal había decidido la manera en la que se encargaría de asesinar a Bedelia, lo pensó y medito perfectamente, después de todo Bedelia había sido un apoyo.

 Hannibal estaba decidido a recrear esta vez una hermosa obra que habia visto de niño con sus padres,  y así fue, coloco a Bedelia un vestido blanco y pulcro y se dirigió a un lindo parque que yacía solo y con muy poca iluminación,  le provoco una herida en el cuello, mientras la provocaba no pudo evitar pensar en Abigail, y volvió a su mente aquella escena, si tan solo nada de eso hubiera pasado tal vez estarían ya muy lejos donde nade los pudiera encontrar, quito esos pensamientos de su mente y volvió al ahora, disfruto observando como poco a poco el vestido se teñía de un rojo maravilloso, un rojo sangre.

Cuando finalmente fue testigo del ultimo suspiro de Bedelia, la coloco sobre una banca y finalmente su obra estuvo terminada.

Hannibal: Flaming June

Después de estas palabras los ojos de Hannibal brillaron y se pudo ver perfectamente el tono rojizo de sus ojos, inevitablemente este era el regreso del Destripador de Chesapeake.