capitulo 7

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sophie

Pasamos una mañana fantástica. Pero el tiempo se nos pasó tan rápidamente que a las 5 estábamos de vuelta.

-Mierda mierda mierda -exclamaba Olivia.

-Estamos descalificados, ya no podremos participar -dice Macy.

-Es muy tarde -dice Alex

-¿En que pensábamos? -dice Sebas.

-Oye, no os ralléis, lo hemos pasado genial, ¿no? -dice Ross.

-Ross tiene razón, que más da el concurso... -digo yo.

Empiezan a hablar y pelearse entre ellos. Ross camina hacia el timón, ya que el catamarán está frenado con un ancla.

Voy con el y parece que nadie se da cuenta.

-¿Dónde aprendiste a navegar? -le pregunto.

-Mi abuelo. -dice orgulloso- el nos enseñó a Liam y a mi.

-Que guay -le digo.

-Si, bueno, el nos apuntó a este campamento. Le debo mucho -dice.

No contesto. La verdad, no se que decirle.

-Mira, ven -me dice señalando la silla que hay enfrente del volante.- Te voy a enseñar.

-Uy, no, no, si quieres que lo lleve yo, nos vamos a estrellar -digo asustada y nerviosa.

-Venga ya, ¿donde te quieres estampar en medio mar abierto?- dice. Bueno, tiene razón.

Voy hacia allí, y el está sentado en la silla, por lo que no se que hacer.

Me hace un gesto para que me siente encima suyo, y bueno, pues voy.

Era consciente de que ambos solo llevábamos bañador, así que....

Me senté encima suyo y me cogió las manos para ayudarme a conducir.

-Tu solo conduce, como si jugaras al Mario Kart en la Wii.

Y eso hice, con sus manos encima de las mias, pero lo hice.

De vez en cuando, nos mirábamos. Pero tenia delante a todos mis amigos, así que no.

Cuando estábamos a punto de llegar, sí que tomó el más la delantera, para aparcarlo y eso.

Y cuando lo hizo, todos se fueron corriendo dejándonos solos.

-Vaya, cuando quieren si que corren -dice.

Me río.

-Ayúdame -me dice cogiendo el ancla.

Le ayudo sin decirle nada y estamos un buen rato callados recogiendo la comida y la basura que han dejado.

-¿No deberíamos ir con ellos? -le pregunto.

-No nos echarán de menos -dice.

Ross sale primero del barco. Después, mientras voy bajando yo, como soy una torpe, me tropiezo.

Pero Ross me coge. Y al subir la cabeza, nuestras miradas se encuentran.

Ross no lo evita más y me coge por debajo de las piernas, las enrollo en su cadera y nos besamos.

Lo necesitábamos.

Ross caminó hacia una pared donde guardaban botes salvavidas. Y allí me apoyó.

Subí mis brazos hasta su cuello y lo utilicé para tener mejor acceso a el.

El tampoco se cortó, ya que sus manos estaban en mi culo -ahora casi desnudo por el bañador.-

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