sophie
Pasamos una mañana fantástica. Pero el tiempo se nos pasó tan rápidamente que a las 5 estábamos de vuelta.
-Mierda mierda mierda -exclamaba Olivia.
-Estamos descalificados, ya no podremos participar -dice Macy.
-Es muy tarde -dice Alex
-¿En que pensábamos? -dice Sebas.
-Oye, no os ralléis, lo hemos pasado genial, ¿no? -dice Ross.
-Ross tiene razón, que más da el concurso... -digo yo.
Empiezan a hablar y pelearse entre ellos. Ross camina hacia el timón, ya que el catamarán está frenado con un ancla.
Voy con el y parece que nadie se da cuenta.
-¿Dónde aprendiste a navegar? -le pregunto.
-Mi abuelo. -dice orgulloso- el nos enseñó a Liam y a mi.
-Que guay -le digo.
-Si, bueno, el nos apuntó a este campamento. Le debo mucho -dice.
No contesto. La verdad, no se que decirle.
-Mira, ven -me dice señalando la silla que hay enfrente del volante.- Te voy a enseñar.
-Uy, no, no, si quieres que lo lleve yo, nos vamos a estrellar -digo asustada y nerviosa.
-Venga ya, ¿donde te quieres estampar en medio mar abierto?- dice. Bueno, tiene razón.
Voy hacia allí, y el está sentado en la silla, por lo que no se que hacer.
Me hace un gesto para que me siente encima suyo, y bueno, pues voy.
Era consciente de que ambos solo llevábamos bañador, así que....
Me senté encima suyo y me cogió las manos para ayudarme a conducir.
-Tu solo conduce, como si jugaras al Mario Kart en la Wii.
Y eso hice, con sus manos encima de las mias, pero lo hice.
De vez en cuando, nos mirábamos. Pero tenia delante a todos mis amigos, así que no.
Cuando estábamos a punto de llegar, sí que tomó el más la delantera, para aparcarlo y eso.
Y cuando lo hizo, todos se fueron corriendo dejándonos solos.
-Vaya, cuando quieren si que corren -dice.
Me río.
-Ayúdame -me dice cogiendo el ancla.
Le ayudo sin decirle nada y estamos un buen rato callados recogiendo la comida y la basura que han dejado.
-¿No deberíamos ir con ellos? -le pregunto.
-No nos echarán de menos -dice.
Ross sale primero del barco. Después, mientras voy bajando yo, como soy una torpe, me tropiezo.
Pero Ross me coge. Y al subir la cabeza, nuestras miradas se encuentran.
Ross no lo evita más y me coge por debajo de las piernas, las enrollo en su cadera y nos besamos.
Lo necesitábamos.
Ross caminó hacia una pared donde guardaban botes salvavidas. Y allí me apoyó.
Subí mis brazos hasta su cuello y lo utilicé para tener mejor acceso a el.
El tampoco se cortó, ya que sus manos estaban en mi culo -ahora casi desnudo por el bañador.-
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unforgettable
Novela JuvenilTras la muerte de sus padres en Washington, Sophie se ve obligada a pasar el verano en un campamento dirigido por su tía May. Lo que no esperaba era encontrarse con Ross, que llega en el peor momento de su vida. ¿Podrá Sophie disfrutar del verano co...