Caminaba por aquella calle inóspita y fría. Sin rumbo. Sin llevar a cabo ningún movimiento que alterase a los vagabundos que por allí andaban. Sentía un frío desolador entrando por su piel como si de una lluvia ligera se tratase. Cristian continuó hasta observar una figura que teñía de negro la calle colindante. Se quedó paralizado y absorto, pero retiró la mirada como si de un espejismo de hubiese tratado.
La noche confundía sus pasos y le desviaba por calles que no conocía. De repente algo rozó con delicadeza su hombro haciendo que el propio susto fuese el causante de aquel derribo psicológico en el que su última imagen fue ver de nuevo a aquel ser.
Permanecía, sin poder abrir los ojos. De repente despertó. Se encontraba encima de las mesas de un restaurante conocido; el Candelburger.
Allí estaba, solitario y entumecido. Había algo que no le dejaba realizar ningún movimiento. Aunque la situación era totalmente confusa, no dio a conocer sus nervios e intentó tranquilizarse. Pero ese estado de retención no duró demasiado ya que a los pocos mimutos el mismo ser extraño había aparecido por la puerta trasera. Era un ser totalmente negro y sus ojos desprendían un blanco totalmente terrorífico. Empezó a dirirgirse hacia él, con un paso lento y abrumador. Gracias a que pudo conseguir girar el cuello, observó como aquel ser tenia un cuchillo metálico de color plata. Empezaba a acelerar los pasos. El corazón de Cristian latía arrítmicamente. Trataba de relajarse pero sabía qur algo espantoso iba a suceder en aquella sala. Pero de repente despertó. Era de día. Estaba envuelto en tres mantas. Se había despertado sudando y nervioso. Miró hacia los lados pero no encontraba nada fuera de lo común, se encontraba en su habitación. En ese mismo instante se dio cuenta de que había sido todo un sueño . Se levantó y topó con un objeto metálico. Era aquel cuchillo. Este, al verlo, recordó todo lo del sueño y empezó a correr sin control hasta que tropezó con algo que no pudo ver ya que el miedo nublaba su vista. Al caer se dio un fuerte golpe en la cabeza y murió. El destino de Cristian ya estaba escrito.
