Cero

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Suena el aparato que yo mismo cree para lograr levantarme, funciona como un despertador, hace ya cinco semanas que no hay luz.

Me tallo los ojos y me dirijo hacia la ventana para revisar si los animales mutados por el virus no an roto los paneles solares, los encontré en una bodega, de ahí saque baterías, combustible, y lo suficiente para funcionar sin luz.

Cómo lo dije anteriormente, los animales mutaron después que se libero el virus, ahora las hormigas son de el tamaño de un pie humano adulto. los perros se hicieron salvajes, y los peces doblaron en tamaño. Conveniente para una persona a la cual no se puede arriesgar a salir a conseguir provinciones.

Soy una persona asmática, necesito ir de todas maneras y encontrarme con los que, ahora llamamos "Woyas", si, también los humanos mutaron, personas de defensas lo suficientemente bajas como para que el virus carcoma su cerebro y tener el apetito más grande que nunca se tuvo.

Los Woyas, se comen entre ellos, y por lo general se encuentran solos --por obvias razones --. Son criaturas, demasiado asquerosas, todo el cuerpo está lleno de ampollas y agujeros que sueltan una sustancia viscosa, cuando asesino uno, me aseguro de que eso no toque mi piel. Ya que, cuando pasa,  salen las mismas ampollas. Y es demasiado desagradable.

Pasando por la sala, que consiste en un viejo sofá, con una pequeña mesa de noche, encima de esta hay muchos juegos de mesa, cuando no estoy leyendo, --que olvide mencionar, estoy refugiado en una biblioteca-- casando,   o arreglando las baterías, me dispongo a jugar, no todos son míos, la mayoría eran de un pequeño grupo que vino al refugio, consistían de una pareja con su hijo, y otros dos jóvenes. Cuando descubrí que solo me habían utilizado, para asesinarme, y robar mis pertenencias. Rápidamente los corrí de este lugar... Ninguno accedió, tuve que matar al líder, en forma de advertencia. Huyeron despavoridos.

Me siento en el sofá, y tomo mi saco, y mi arma, siempre los guardo aquí, siento que, en caso que vuelva a pasar lo anterior, estos son lugares en los que no se sospecha que no se guarda algo importante.

(Narrador)..

Al levantarse de el sofá, Jonny toma lo necesario para partir a un viaje por medicinas, y alimento para su supervivencia.

Las calles están llenas de plantas, a lo que solían ser, a el le parece que se ven más hermosas que cuando todos los humanos habitaban el lugar. Toma rumbo por la calle 87. Que lo lleva hacia un pueblo no muy lejano de la ciudad. Ahí hay no hay registro de Woyas, o no de muchos como en la farmacia de la calle central cerca de el refugio.

Corta camino por el bosque, para evitar personas no-infectadas.

(Jonny)

Cuando me acerco al la farmacia, me escondo entres los arbustos y observo a mi alrededor. Cómo no hay rastro de ningún Woya, decido por seguir mi camino. Intento abrir la puerta trasera, pero está atascada, con la mirada busco una ayuda para poder abrirla, como milagro, al costado de mi pie, se encuentra una varilla de metal que me puede servir para desatascarla.

Logro mi objetivo, y abro la puerta, me introduzco en el lugar, está muy obscuro, dirijo mi mochila hacia mi pecho en busca de una linterna. La encuentro y la enciendo, todo el lugar está desmantelado, hay cables sueltos, y lagunas partes de el techo están rotas y llenas de goteras, logro divisar la puertilla para ingresar a la tienda en si.

De inmediato, veo el lugar de cajas registradoras, ahí es donde están los medicamentos que yo necesito.

Cuando voy rumbo a mi objetivo, escucho un característico sonido de un Woya, entro en pánico, no he traído las armas suficientes para asesinar a uno.

(Narrador)...

Jonny agacha su cabeza, y camina  a gatas hacía el mostrador más cercano, voltea a su lado derecho y no logra ver nada, así que pasa hasta el siguiente, las cajas registradoras no le quedan tan lejos, vuelve a fijarse del lado izquierdo, y no ve nada, su corazón late a mil por hora.

Aunque se muestre frío, y rudo con la poca gente que aveces encuentra, le aterran los Woyas, es solo un chico de vente años.

Cuando decide revisar el lado derecho de el tercer mostrador, es cuando lo mira, regresa a su lugar para evitar que lo vea, baja sus mangas hacia sus muñecas y saca sus guantes de el bolso de sus pantalones, busca de forma cuidadosa sus lentes protectores, y toma la empuñadura de su machete.

Se para y le grita. --EY IDIOTA!!-- y se echa a correr detrás de otro mostrador. El Woya, grita haciendo qué Jonny arrugue su cara, los gritos de duchas criaturas son demasiado agudos.

El Woya lo persigue callendo encima de el. A Jonny se le cae el machete quedando a mano limpia con la asquerosa criatura. Jonny intenta tomar un pequeño cuchillo que guarda en su tobillo. Con una mano, aleja la cabeza de el Woya para evitar ser mordido, y con la otra trata de alcanzar el cuchillo.

Dobla la pierna para un mayor alcance, toma el cuchillo y lo inserta en su garganta, esto es uno de los puntos débiles de los Woyas, Jonny se lo clava repetidas veces hasta lograr debilitar al Woya, jonny logra salir de el agarre de el Woya, y ahora toma la posición que anteriormente tenía la criatura, Jonny le clava el cuchillo hasta casi matar a la criatura. Lo que le da posibilidad, de tomar su arma de el saco y cargarla.

Jonny le dispara en la cabeza a el asqueroso ser.

(Jonny)

--Idiota.

Respiro pesadamente, sacudo mi saco de la poca sangre que me a dejado está mierda, y sigo mi camino hacia las cajas registradoras llendo por el pasillo, para tomar algunas vendas, gasas y antibióticos.

Tomo mis medicamentos, me voy rumbo a la puerta, e ir a casa.
Cuando llegó a casa, me introduzco en el cuarto de baño, y al enderezar la cabeza, noto un rasguño, no lo había notado....

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