2. No más vacaciones

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Me regresé al hotel donde me hospedaba, dejé mi abrigo y la bufanda que llevaba a un lado sobre una pequeña mesa que había en un rincón entonces me senté en la cama para llamarle a Sam; dos veces sonó el tono para que él me atienda

—¿Hola? —dijo y suspiré— ¿qué sucedió? ¿por qué me cortaste de pronto?— agregó cuestionando algo preocupado 

—Sam no vas a creer esto— comencé a decirle pero me interrumpió

—Si no me cuentas, no lo sé.

—¿Me dejarás hablar?— cuestioné

—Dime— dijo y volví a suspirar

—Bien, presta atención. Estaba saliendo de esa cafetería y veo que una criatura monstruosa que no habíamos visto nunca atacó a una niña, traté de ayudarla... esa cosa me atacó y fui salvada por un hombre que vuela... se hacen llamar eternos— comenté sorprendida

—Alexia ¿acaso no luchamos contra un alien morado? —cuestionó Sam un poco irónico— ¿y te sorprende que hayan seres llamados eternos? ¿Acaso no tenemos un amigo de 107 años que parece de treinta y cinco?— agregó luego aún siendo completamente irónico

—Lo sé pero ellos han estado en la tierra durante 7000 años y no fueron capaces de ayudar contra Thanos— hablé

—¿Crees que si ellos nos ayudaban podríamos haber ganado?— preguntó mi mejor amigo del otro lado 

—No lo sé, tal vez Tony no se hubiese sacrificado —respondí con algo de tristeza— en fin, estoy bien. Trataré de regresar lo más pronto posible— agregué a final cambiando de tema por que no quería llorar 

—Son tus vacaciones— dijo el moreno

—Siendo que no debí venir sola, que debí traerla conmigo— mencioné

—Ella esta bien, sabes que si está contigo corre peligro —trató de no hacerme sentir mal por lo que sucedía— tómate estos días y cuando regreses, vas a verla— aconsejó una vez más, iba a responder pero preferí despedirme y descansar, de todos modos ya me sentía intranquila por esas criaturas llamadas Desviantes

Al día siguiente de lo sucedido no quise salir de mi cuarto, preferí tomarme el día para ver alguna película pero aún así no podía dejar de pensar en aquellas personas; me acomodé en la cama y me tapé con las cobijas ya que aunque tuviera calefacción en el lugar se sentía el frío, cerré los ojos para descansarlos un poco cuando mi móvil comenzó a vibrar sobre la mesa de luz indicando que una llamada estaba entrando, bufé molesta mientras lo cogía para atender y decir

—¿Hola?

—¿Alexia?— oí la voz de una niña desde el otro lado, de inmediato me senté en la cama para cuestionar un poco inquieta

—¿Quién habla?— la misma coz respondió

—Soy Sprite, me diste tu número ayer— me tranquilicé un poco a lo que comenté

—Lo siento, me acuerdo de ti. Dime ¿qué necesitas Sprite?— hubo una pausa un poco largo antes de que aquella niña responda a mi pregunta

—Ayer le hiciste frente a un desviante con un cuchillo, eres buena luchadora... lo sé te he visto pelear y no solo ayer, antes también —me sentí observada— nuestra líder murió así que necesitamos un poco de ayuda.

—Primero que nada, lo siento por tu pérdida y te agradezco que pidas ayuda —reconocí— ¿qué necesitan que haga?— me levanté de la cama casi de inmediato para escoger la ropa que usaría y las armas que había traído, el resto de mis cosas las regresaría en una encomienda

Who We Are - T E R M I N A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora