5. Australia, parte 2

680 75 80
                                    

Realmente necesitaba espacio ya que al ver aquella escena donde todos se encontraban reunidos como una familia me trajo muchos recuerdos y aún me era difícil superarlos, es que básicamente no tuve tiempo para hacer un duelo como corresponde

—Si lo que dije allí dentro te molestó, discúlpame. En verdad no quería hacerte sentir mal, sé que eras su compañera y pasaste mucho tiempo con ellos— comentó el hombre a mi lado, me encogí de hombros como si le quitara importancia

—No te preocupes, solo son momentos— respondí con mis ojos en el horizonte una vez más viendo como poco a poco el sol caía 

—Perdón si no puedo ser de más ayuda, es un poco difícil comprenderlos— dijo Ikaris, con una leve sonrisa me volteé a verlo para hablar

—Creéme ni nosotros nos comprendemos— luego reí, él hizo una pequeña mueca rara con sus labios... imagino que era sonrisa completa. 

En estas horas que pasé junto a él, a diferencia de la noche del ataque de aquel desviante, ya no me observaba seriamente sino que intentaba tener pequeñas charlas conmigo o clavar sus ojos en mi; su actitud para conmigo parecía ir cambiando de a poco. Mientras estaba distraída pensando en ese eterno Sprite llegó a nosotros para decir

—Vengan, Sersi tiene algo para contarnos. Dice que es importante— observé a la chica y luego a Ikaris para el final regresar a la casa donde compartimos aquella comida. Al ingresar allí todos estaban ubicados alrededor de aquella mesa por lo que me quedé a un costado, cerca estaba aquel eterno de ojos celeste y Sprite tomaba asiento a un lado de la pelinegra; todo estaba iluminado por unas velas

—Dinos Sersi ¿por qué nos llamaste a todos?— cuestionó Gilgamesh a lo que ella contó

—Pude conectarme con Arishem, le dije que un desviante había matado a Ajak además que parecías ser que absorbió su poder. Cuando mencioné que algo inusual le pasaba a la Tierra fue cuando dijo que era un efecto secundario del surgimiento— habló la pelinegra 

—¿Surgimiento?— cuestionó Kingo

—En ese momento fue cuando me dijo la verdad —respondió, yo oía todo muy atenta—. Nos enviaron a la Tierra para ayudar a dar a luz al Celestial Tiamut. Cada mil millones de años deben nacer nuevos celestiales. Planta semillas de celestiales en planetas anfitriones del universo. El planeta Tierra fue elegido para albergar al celestial Tiamut. Para crecer, necesita grandes cantidades de vida inteligente, los desviantes lo evitaban comiendo a los humanos... hasta que nosotros los eliminamos. Ahora, la población humana de este planeta alcanzó la cantidad requerida, es el momento de que comience el surgimiento —mencionó y me quedé impactada ya que ese acontecimiento debió pasar hace cinco años atrás— Arishem dijo que el final de una vida es el comienzo de otra por lo que todos en este planeta morirán. También dijo que nuestro universo es un constante intercambio de energía, es un ciclo infinito de creación y destrucción. Los celestiales usan la energía recogida en los planetas anfitriones para crear soles... que generan gravedad, calor y luz para que se formen nuevas galaxias. Sin ellos nuestro universo caerá en la oscuridad. Toda vida moriría— dijo luego y parecía tener lagrimas en sus ojos

—¿Ajak lo sabía?— cuestionó Sprite

—Dijo que ayudó a surgir a muchos celestiales durante millones de años y cada uno de nosotros también lo hizo— respondió

—¿Pero no es nuestra primera misión? Estábamos en casa, en Olimpia— comentó una vez más Sprite

—No existe Olimpia —sentenció Sersi y todos se asombraron— nuestro verdadero hogar es algo llamado La Fragua de Mundos. Allí es donde Arishem nos construyó y programó, allí hay miles de nosotros y fue cuando me di cuenta que todo muere excepto nosotros... porque nunca estuvimos vivos— agregó contando su origen 

Who We Are - T E R M I N A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora