Capítulo 30

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Anastasia

Sam: ¿Podrías dejar de ser tan misteriosa?

Anastasia: Oh, venga ya. Confía en mí por una vez, te va a gustar

Helmut: Ey, Sam, tu voz sigue siendo insoportable

Sam: Yo todavía no entiendo porqué sigues en mi casa

Anastasia: Listo -les ignoré- Vámonos, yo conduzco

Dije animada y fui hacia la puerta con una sonrisa.

Sam: Bueno, por lo menos está contenta -me siguió- Y Zemo, lárgate de mi casa

Helmut: No voy a irme, Sami -se burló- ¿Dónde vamos?

Todos me siguieron y fuimos al muelle donde estaba el viejo barco de los Wilson.
Organicé un grupo de voluntariado de habitantes del pueblo para ayudar a arreglar el barco.

Anastasia: Si, ponlo aquí. Gracias

Sonreí al joven pelirrojo, alto y fuerte que trajo las herramientas. Él me guiñó un ojo y se fue en su furgoneta.

Sam: Esto es increíble, ¿cómo has organizado todo esto?

Anastasia: Solo he hecho unas llamadas

Sam: Nunca me cansaré de decir que eres asombrosa, Anastasia

Zemo: Demasiado solidaria para haber sido una asesina

Anastasia: Mira quien fue a hablar

Le pegué un puñetazo en la cara, sin pasarme de fuerza.

Anciano: Parece que tienes un ángel -le dijo a Sam- Esa chica es muy amable, no la pierdas

Sam: Lo sé. ¿Necesitas ayuda con esa caja?

Anastasia: Ya lo hago yo, tranquilo

Iba a usar mis poderes para ayudar al anciano pero algo, o mejor dicho alguien, se me adelantó.

Sam: Sabía que... ay, madre. Espero que esto no termine mal

Helmut: Esto se va a poner muy interesante -sonrió maliciosamente-

Me quedé perpleja observando cada uno de sus movimientos.

Anastasia: Joder -murmuré-

Miré a Barnes levantando la dichosa cajita de aquel anciano. ¿Qué la caja pesaría unos veinte kilos? Si. ¿Qué El Gran Bucky podía con ella porque es un supersoldado? También.

Bucky: Perdona, ¿me dejáis pasar? Gracias, compañeros

¿Recordáis cuando al principio me decía que solo eran sus compañeros las personas en las que él confiaba? Oh, venga ya. Acababa de llamarle compañeros a un par de desconocidos.

Me crucé de brazos en señal de desaprobación.

Anastasia: Sam, ¿qué hace este aquí?

Bucky: He venido a ayudar. Espero que no te moleste, nena

Anastasia: ¿Me acaba de llamar nena? -le pregunté molesta a Sam-

Sam: Ay, madre -murmuró-

Bucky: Al igual que todos, también he traído mi colaboración -caminé hacia él- Puedo irme si es lo que quieres

Le miré con cara de asco y el moreno solo sonrió.

Anastasia: Es el barco de Sam, haz lo que te de la gana

Darkest EnemyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora