태 3 국

4 0 0
                                    

El ambiente se estaba tornando cálido a pesar de estar a la intemperie, bajo el cielo estrellado y el frío sereno de la noche; no sabían cuánto llevaban en esa posición observándose, o mejor dicho, devorándose con la mirada, pero tampoco eran capaces de separarse.

Su estado etílico no le dejaba pensar con claridad, sólo sabía que tener ese cuerpo encima suyo le estaba calentando la cabeza, por eso se estaba conteniendo para no acortar la distancia y besar esos labios que se encontraban entreabiertos y le dejaban sentir en su rostro la pausada respiración y el característico aroma del licor.

«𝑆𝑜𝑛 𝑟𝑜𝑠𝑎𝑑𝑜𝑠, 𝑠𝑒 𝑣𝑒𝑛 𝑠𝑢𝑎𝑣𝑒𝑠, ¿𝑆𝑒 𝑠𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎𝑛 𝑎𝑠𝑖?, 𝑑𝑎𝑛 𝑔𝑎𝑛𝑎𝑠 𝑑𝑒... 𝑀𝑜𝑟𝑑𝑒𝑟𝑙𝑜𝑠.»

Se sentía más sensible de lo normal, sus manos cosquilleaban y su abdomen comenzó a hormiguear, «𝑈𝑔, 𝑐𝑟𝑒𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑠𝑒 𝑡𝑒𝑞𝑢𝑖𝑙𝑎... ℎ𝑎𝑏𝑖𝑎 𝑐𝑎𝑑𝑢𝑐𝑎𝑑𝑜» Eso fué lo único que se le ocurrió para justificar sus emociones.

- ¡Tae! - Llamó Ji-Min desde la puerta que daba al jardín buscando a su amigo entre la escasa luz que había.

Lo único que se escuchó fué el agua salpicando y segundos después un torpe chapoteo.

- ¡Pero que te sucede imbécil! - Exclamó el pelirrojo exaltado una vez que pudo sacar su cabeza del agua. Bien, la borrachera quedó en segundo plano.

No recibió respuesta porque el pelinegro estaba encogido a un lado de la piscina mientras se carcajeaba con descaro.

- ¿Que pasó? - Cuestionó Ji-Min con preocupación una vez estuvo cerca para ayudar a su amigo a salir del agua.

- ¡Pues que éste espermatozoide andante me arrojó a la piscina! - Gritó exasperado.

El rubio ésta vez si se enojó porque podía ver que su amigo había bebido de más y se preocupó al pensar que quizás, sólo quizás, pudo ocurrirle algo. Por eso, sin dudarlo se acercó al pelinegro y lo tomó por el cuello de su chaqueta para que le mirara a los ojos y éste dejo de reírse al instante.

- ¡Tú! Lombriz de cuarta - Escupía sus palabras claramente disgustado mientras Jeon solo le miraba estupefacto, y es que tenía motivos para estar en shock, pues el rúbio jamás le había dirigido la palabra y ahora parecía desollarlo con solo verle - ¡Te das cuenta de que está ébrio y pudo ahogarse! Mira como se tambalea.

Jeon con temor dirigió su vista al pelirrojo que también miraba la escena con asombro, el cuál al procesar lo dicho, decidió dramatizar un poco sus movimientos para "comprobar" las palabras de su escudero, aunque ciertamente era una verdad a medias.

- ¡Ves!, parece un espagueti hervido - A esas alturas el moreno se sintió ofendido y paró en seco su actuación, ¿En verdad su amigo lo estaba defendiendo? - No se puede sostener. Pero mírame cuando te hablo - Dijo con molestia mientras sacudía al chico con rudeza.

- Pero me dijiste que lo mirara a él - Dijo el pelinegro hastiado tratando de safarze.

- No me cambies el tema - Si, el rubio también se había pasado de copas - No te atrevas a lastimarlo o te cortaré las pelotas y Tae se las comerá con gusto.

Ese comentario sólo hizo jadear al moreno por la asquerosa imagen que cruzó por su cabeza.

Bien, quizás si era cierto, el licor tenía algo raro.

- ¿Quien se comerá las pelotas de quién?.

- ¡Min! Mi salvador, me están torturando, ayúdame - Alegó de forma teatral el pelinegro.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 27, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Enemigos con DerechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora