Capitulo 3

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                                                                                      ~Quimio~

2 semanas, dos malditas semanas era el tiempo que había pasado desde que me dijeron que tenia una puta pelota de tenis en mi cerebro, las cosas aunque al principio no quise notarlo cambiaron pero para mal cabe aclarar, mi madre se había alejado, si nuestra relación iba en picada oficialmente había chocado contra el concreto  sus visitas solo me ocasionaban estrés ya que solo venia hablar sobre las posibilidades, tazas de mortalidad y todo lo relacionado con mi enfermedad y para eso tenia a los doctores, los cuales por cierto se han portado muy lindos conmigo, tal vez porque tengo cáncer y soy novia del hijo del accionista y dueño de casi todo el hospital, además de que en las noches la escuchaba como se encerraba en el baño de mi habitación y a los minutos comenzaba a escucharse su llanto, en cuanto a mi padre sus visitas a pesar de ser cortas eran bastante gratas, mirábamos alguna serie, pelicula o a veces me traía uno de mis libros de mi cuarto, yo leía y el miraba su celular ya que a la par cuidaba de mi hermano el cual aun no lo entendía del todo para su mente yo solo estaba enferma. Y aquella persona que tal vez gracias a el este recibiendo un trato grato, Rafa, aunque se mostraba fuerte e indestructible, cuando el nudo en su garganta estaba a flor de piel se salía a los pasillos mientras pensaba que yo dormía y podía ver como la desesperación y la tristeza se apoderaban de el dejaba que las cosas salieran y volvía como si nada a llenarme de cariños y palabras lindas de apoyo, a pesar de que yo le había dado una salida porque ambos sabíamos que esta pesadilla apenas estaba iniciando pero el se negó supongo que a esto se refieren cuando dicen que el amor duradero trasciende hasta las mas fuertes barreras...

Sentía la necesidad de estirar mi cuerpo, señal de que faltaba poco para que despertara, poco a poco iba abriendo mis ojos viendo en reloj de pared, 7:00am di un suspiro grande y comencé a removerme sobre la incomoda cama donde me encontraba, me gire de manera lenta cuidando de que los puntos que unían mi pequeña cicatriz de mi cabeza ya que hace una semana habían hecho una pequeña rajada para introducir una jeringa para poder succionar lo que pudieran y así tomar muestras, las cuales solo confirmaron lo que nos habían dicho antes  no rosaran con la funda de mi almohada

-Cuidado hermosa- dijo rafa ayudándome- Como dormiste amor- pregunto mientras dejaba un beso casto sobre mis labios acompañado de caricias sobre mi rostro

-Creo que descanse lo suficiente para mantenerme despierta durante la quimio- conteste regalándole una sonrisa la cual me devolvió- pero pensé que tu seguirías dormido-

-De eso quería hablarte- note como estaba emocionado

-Pues cuéntame, porque aunque parece que no dormiste estas muy emocionado- me fui acercando poco a poco para besarlo mientras me sentaba- 

-Bueno estas viendo a uno de los nuevos residentes de este hospital- hizo un ademan señalandose

-Mi niño, que excelente noticia- me lance sobre el cuidando que mi intravenosa no se moviera- que feliz estoy por ti amor, felicidades- acaricie su mejilla y deje un beso casto en sus labios 

-Sabes que significa- dijo a lo que negué confundida- dentro de muy poco estaremos en nuestro hogar 

Mi sonrisa se desvaneció poco a poco al escuchar esas palabras nuestro hogar me parecía increíble que aun quisiera vivir conmigo a pesar de todo no había pasado mucho tiempo desde que habíamos terminado de pagar en su totalidad nuestro acogedor departamento  y no hace tanto habíamos ido a comprar los muebles para el mismo, sabia que el dudar era tonto, pero aun existe esa pequeña insertidumbre pero me reconfortaba la idea de saber que aunque yo fuera senil y vieja el iba seguir a mi lado 

- Tendremos que hablar a la mueblería para decirles que los vallan a dejar- dije y su sonrisa se hizo mas extensa-

-Ademas platique con mi padre, el hablo con sus contactos y me van a dejar unas cuantas horas libres para acompañarte en tus quimios y minimo estar junto a ti cuando duermas- explico a lo que yo le agradeci depositando un beso en su mejilla-

Aquella historia nuestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora