DÍA UNO

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¿Dios existe?
¿Cuál es la religión correcta?
¿Hay alguna doctrina correcta?

Me hubiera gustado poder tener respuesta a todas las interrogantes de las que un día llenaban un significativo espacio en esas noches de insomnio.

He aprendido que todos tienen y tendrán una distinta opinión respecto a estos temas delicados e incómodos, y creo que todas las opiniones están bien, sabiendo de cierto modo que gran parte de nuestros pensamientos, ideas, opiniones, persepciones a todos los temas son una consecuencia de lo vivido.

30 De diciembre de 2016

—No, es que es tu bien, yo sé que Dios tiene preparado una gran obra contigo, lo presiento.

—Pero no es lo que yo quiero.

—Es que no es lo que tú quieres, es lo que Dios tiene preparado para ti.

La discusión Se volvía cada vez más acalorada y no había manera de detenerla ya que yo fui quién inició con la misma.

—Mami, por favor, no quiero quedarme aquí, no quiero formar parte de la iglesia y mucho menos quiero ser predicador, no me obligues porque esto no es lo que yo quiero.

—Y entonces qué es lo que quieres, ¡Dime!

—¡Largarme de aquí! Eso es lo que quiero, quiero irme lejos y no saber más nada de este lugar.

—¿Y entonces quieres dejarme sola?

—No empieces con tu victimismo manipulador, tú no me quieres a tu lado porque me amas, me tienes a tu lado porque quieres usarme, quieres ponerme una cadena al cuello en donde me la pase rezandole a un ser que ni si quiera sé si existe, quieres mantenerme controlado, quieres hacerle creer a los vecinos que soy un buen hijo para que nadie hable mal de ti, quieres condenar mi vida a una iglesia como tú condenaste la tuya— Poco a poco me fui dando cuenta de lo que estaba pasando y lo que acababa de decirle a mi madre, Sus lágrimas empezaban a correr por sus mejías y sus labios temblaban, mi respiración estaba agitada y todo mi juicio se había cegado por completo, había blasfemado y el arrepentimiento crecía como una tormenta en el medio del mar—Mami...

Ella sólo dio media vuelta, empezó a caminar mientras sus sollozos se hacían cada vez más fuertes y yo, yo simplemente decidí quedarme aquí sin hacer nada, había dicho lo que sentía, ya sea por valentía, por cobardía o por ira, pero lo había dicho.

En este punto de mi vida no sé qué es lo que más me duele, el odio o la cobardía, el odio hacia mi propia existencia por ser una abominación o la cobardía para irme en este mismo momento de casa.

Son las 10 de la noche ya y sólo oigo a mi padrastro tratando de consolar a mi mamá mientras ella llora, y llora fuerte, el motivo por el que llora no es sólo por la discusión, hoy le confesé que me iré de casa
Hace apenas unos meses cumplí los 18 y entre tanto caos en mi vida decidí buscar trabajo y un lugar de alquiler para irme del pueblo, no puedo estar más aquí.

Todo lo que he dicho anteriormente fue un poco cruel, pero... Me he pasado gran parte de mi vida cuestionando el odio irracional de los que las personas creyentes tienen hacia el tipo de persona que soy.

Hoy tengo 18, pero un día tuve 10 años y conocí a un niño quién en ese momento tenía la misma edad, se llamana Wilson, no recuerdo su apellido ya que nunca me lo mencionó, supongo, pero si recuerdo su rostro, si recuerdo su color demasiado blanco de piel y sus ojos color miel así como su cabello dorado, recuerdo su sonrisa y recuerdo que era mi mejor amigo, recuerdo que su familia llegaba al pueblo una vez al año a visitar a mi tía viuda el cuál tiene un hijo que tiene síndrome de down, yo siempre jugué con mi primo pero nadie más jugaba con él, sin embargo Wilson también jugaba con él y eso me hizo darme cuenta que Wilson era un niño bueno.

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⏰ Última actualización: May 08 ⏰

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