20 pesos de amor propio.
Ámate tal cuál eres, hemos escuchado mil veces eso ¿No? Incluso nosotros lo hemos dicho en muchas ocasiones con las personas, cuando deberíamos de colocar un espejo frente a nosotros y repetirlo, ámate tal cuál eres, pero el amor va más allá de los deseos y anhelos, no son simples peticiones y sugerencias, el amor no se ruega.
Creo que el amor propio es uno de los más complicados para aquellas personas que se cubren con la mano una sonrisa, estiran la playera, o desvían la mirada frente al espejo para evitar verse, aún cuando muchas de esas personas decimos, el físico no importa, y es que el amor propio va más allá de la buena autoestima, transcurre y asciende a la aceptación personal.
¿Cómo te das cuenta que no te amas?
¿Cuando la soledad te aturde?
¿Cuando tú propia compañía te abruma?
¿Cuando te haces falta a ti mismo?
Pero, ¿acaso no eso es Soledad?La soledad sigue siendo una falta de amor propio y es que se sabe que aunque no tengas a nadie cerca, si te tienes y te sientes a ti mismo no te hará falta nadie más, muy fácil decirlo pero qué tal el comprenderlo?
Ahí se encuentra lo difícil, ¿No es así?Si no te tienes, no importa cuántas personas pasen horas contigo, en el momento de irse permanente o temporalmente de ti, es ahí cuando vuelves a estar sólo.
Jueves 14 de Abril de 2022.
11:46 de la noche.Me encuentro en la balcón de mi apartamento, fumando y escuchando música, vivo en uno de las ciudades más frías de mi país, es díficil que el cigarrillo pueda durar más de lo esperado cuando el aire resopla con una inexorable fuerza que revolotea tu cabello en varias direcciones y remueve el humo del cigarro de una manera exigente.
Sólo pienso y le doy rienda suelta a mi mente, muchos recomiendan hacerlo, otros, recomiendan evitarlo, pero qué más da lo que los demás pienses u opinen, quiero sólo dejarme llevar por la corriente de la melancolía y tristeza que no hace nada más que abrazarme.
No puedo llorar porque no me salen más lágrimas o no me siento con la suficiente fuerza para hacerlo, quizás algunos me consideren débil, pero no soy, joder que no soy débil, soy fuerte, más fuerte de lo que incluso he considerado, más fuerte que todo lo que me ha aturdido por años.
Tengo 21 años.
Le llorado.
He viajado.
He conquistado.
He sacrificado.
He luchado.
He sobrevivido.
He gritado.
He reído.
He disfrutado.
He peleado.
He abrazado.
He caído.
He suspirado.
Me he levantado.
Me he enamorado.Creo que mis esfuerzos por vivir y seguir ante cualquier cosa me ha dado una fortaleza digna de admiración propia.
Pero ante todo esto ¿Por qué me rindo?Se me ha acabado el primer cigarrillo sintiendo como el humo suave con aroma a menta se abre paso a mi garganta hasta mis pulmones, dando esa sensación de adormecimiento y relajación que trae consigo una paz agradable, lastimosamente empiezo a presenciar ese detestable olor a tabaco quemado en mi ropa, ¿ironía no? Fumar para disfrutar pero estresarse por el olor que el mismo produce, pero es que ciertas cosas son así, desagrado en la felicidad, no se trata de ser feliz y disfrutar de todo cuando todo a veces no es bueno para ti.
Acaso no pasas ese momento incómodo cuando te cantan la típica canción de feliz cumpleaños en ese día especial, pero ante esa incomodidad te sientes feliz porque es tu cumpleaños, o acaso no sufres subiendo esa montaña tan empinada que sucumbe en cada paso tu cansancio, pero disfrutas cuando llegas y tienes la mejor vista que ese sufrimiento otorgó.