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Respiré hondo antes de que él me envolviera en sus brazos.
Sus caricias y sus suaves besos repartidos por mi piel me estremecían. Él lo hacía. Era tan delicado y apasionado al besarme, pero rudo y directo al momento de otorgar placer y enviarte a la gloria con tan espléndidos movimientos.
Al principio había sido casi un caos, puesto que apenas y podía acostumbrarme a su excepcional miembro, pero más adelante, sólo me dejé llevar.
Era ese comportamiento tan desesperado y a la vez deslumbrante que me recordaba a mi juventud. Él pretendía ser casi que tierno, pero estaba tan ansioso por llevar a cabo el acto, que al estar dentro de mí se olvidaba de cualquier cortejo.
Se empujaba a una velocidad fenomenal.
Yo estaba debajo de él, observando aquel rostro en medio de la tenue luz. Sus roncos gemidos retumbaban en mis oídos y su pelvis era el factor sorpresa. Aquel meneo era fantástico.
Esta vez gemía para mí en mi oído, mientras me embestía sin detenerse ni un sólo segundo. Yo me encontraba en el paraíso.
Me cogía como si no hubiese un mañana. Yo no tenía salida. Y eso me fascinaba.
Era tan torpe y brusco. Sentía mi interior ser destrozado y realmente, apetecía que aquel momento nunca concluyera.
"Me encantas.." susurró a mi oído entre aquel violento mete y saca.
La cama rechinaba, nuestros cuerpos transpiraban, y habíamos provocado que las almohadas y sábanas fueran expulsadas de la cama como si estorbaran en ella.
Sus labios recorrían mis sudados pectorales y mi sensible cuello. Sentía mi cuerpo debilitarse y acercándose una vez más al clímax.
Esta vez aceleró sus movimientos. Me follaba profunda y toscamente que apenas y podía pensar.
Aquel muchacho me había hecho correr dos veces en menos de veinte minutos.
Había algo en su mirada mientras se encontraba ubicado en mi interior. Una arrolladora, cargada de lujuría y fervor.
Su atrayente semblante era todo lo que deseaba admirar en aquel momento y lugar. Porque al tenerlo, justo ahí, dentro de mí; sólo podía imaginar que aquella ardiente noche sería eterna, y conocería las más oscuras travesuras, que podíamos inventar y llevar a cabo, juntos.
Él llevó su mano a la mía, para entrelazar ambas. Al mismo tiempo que sacudía mi interior y esparcía sus fluidos en este.
Se sentía tan cálido. Al igual que sus labios sobre los míos, y su estimulante abrazo.
"Como adoro ser un donador de colágeno" bromeó antes de besar levemente mi sonrojada mejilla
"Por Dios" negué sin parar de reír.
"Pero que fin de semana más placentero" se ubicó a mi lado sobre la cama, ambos boca arriba con nuestras miradas fijas en la oscuridad. "puedo hacer que los buenos padres puedan ser malos por un fin de semana"
¿Era un mal padre por acostarme con el amigo universitario de mi hijo al apenas conocerlo? ¡Claro que sí, Hale! Pero lo que en realidad sabíamos él y yo, era que ser malo, en aquel aspecto, por un fin de semana. Podía ser tan seductor.
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𝑦𝑜𝑢 𝑓𝑢𝑐𝑘𝑒𝑑 𝑚𝑒 𝑠𝑜 ℎ𝑎𝑟𝑑 𝑡ℎ𝑎𝑡 𝐼 𝑎𝑙𝑚𝑜𝑠𝑡 𝑠𝑎𝑖𝑑 "𝑑𝑎𝑑𝑑𝑦" ; 𝑠𝑡𝑒𝑟𝑒𝑘
FanfictionLos padres solteros merecen divertirse también, con los amigos universitarios de sus hijos quizá...