Historias breves

Café

Hay quienes los días de lluvia beben varias tazas de café junto a la ventana o bien prefieren ir a una cafetería cercana a compartir una risa con alguien. Otros lo hacen en días de calor, generando el cambio físico de temperatura y refrescándose, ciertas personas no le ponen nada, ni azúcar, ni Stevia o ni siquiera crema. Están los de expreso, que necesitan energía espontanea para aguantar la jornada, otros que prefieren lo dulce, un Moka o Vainilla les recomendaría así después tomar una siesta en las maravillas. Otro porcentaje es fan de los frappu, malteadas según yo, hay ambientadas en los 60, otros más actuales con nombres de animales, traen incluso tortas en el borde, chocolate fundido o golosinas variadas. Hay comestibles, en tazas especiales, incluso se hace arte en ellos, estilo figuritas de árboles o corazones, una vez me regalaron uno, pero la verdad que no soy fan, aunque siempre te invito a uno, quizás para estar contigo, pasar tiempo y ver como la espuma queda en tus labios o tus ojos brillan de manera especial, y ese es el único café que me gusta.