Hoy es sábado, se supone que debería estar planeando una salida con mis amigas como cualquier adolescente, pero no; estoy en mi casa tumbada en sofá comiendo chucherias y viendo una película de los más aburrida. Mi vida suele ser aburrida, mi rutina diaria se basa en ir al colegio, regresar a casa, lamentar mi existencia y dormir, es todo lo que hago de lunes a viernes, los sábados y domingos me paso viendo tele con mi mejor amiga Renata, suelo llamarla Renny ya que ella me puso de apodo Mina.
Mi nombre es Romina Curiel, tengo dos hermanos mayores, Matías y Román, (mi madre pensó que era una mujer y le iba a poner Romina, vaya sorpresa la que se llevó), son los típicos jóvenes populares y mujeriegos del cole, no saben la cantidad de monas que me han hablado solo para llegar a ellos, me parece tan patético. Yo no soy una persona popular, pero tampoco me considero impopular, soy como una clase media, tampoco soy una nerd, de echo soy malísima con las matemáticas, quien invento las matemáticas? Soy una amante de la lectura, amo cerrarme en mi mundo con un libro en la mano, no hay mejor sensación en el mundo.
-Mina, te buscan en la puerta.-gritó mi madre
-Madre, ya te he dicho que me llames por mi nombre, ese apodo es solo para Renny- chille mientras caminaba a la puerta
Mamá soltó una risita, lo hacía a propósito para hacerme enojar, lo sé porque ella me lo confesó.
-Ya estoy aquí madre, puedo encargarme de la situación- le dije un tanto seria.
-Solo quiero que recuerdes que soy yo quien da los permisos, así que, tu sabes que tono debes usar conmigo- puso una sonrisa de satisfacción en su rostro- las dejo para que platiquen de sus cosas de adolescentes.
-Gracias señora Alma- dijo Renny amablemente, aunque se que sólo lo hizo para que mi madre se fuera con una buena imagen de ella. Renny es esa amiga con la que no tienes que decir a donde vas, con solo escuchar su nombre mi mamá me daba permiso, amaba tanto a esa chica como yo.
-Siempre es un gusto verte en casa Renny.- dijo mi madre antes de desaparecer por las escaleras.
-Adóptala si tanto la amas, a mi puedes mandarme al patio con el perro- le dije a mi madre con una chispa de celos y diversión.
-No sería mala idea, aunque el perro no tiene la culpa de nada, probablemente te mande a la lavandería- grito mi madre y después se escuchó cuando cerró la puerta de su habitación
-Son insoportables- le dije a Renny
-Nos amas- contesto la muy sin vergüenza
-Como sea, pasemos a mi habitación para que me digas a que se debe tu inesperada visita.
-Te vas a morir cuando te enteres.
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Destinos
Novela JuvenilMina es una chica de 17 años que aún no sabe que hacer con su vida. Cree que todo lo que hace está mal, de pronto llega alguien a cambiar su mundo, pero, será para bien? O para mal? Es una pregunta que ella suele hacerse a diario, como terminará est...