Héroes De Velvet: Entre Sombras Y Espíritus

Un día en Ciudad Dimaxión.

Velvetine, una región tan bella, tan basta, tan pura... Tan poco ortodoxa, lo que la vuelve un lugar bastante ideal en donde vivir. Esta dividida en las provincias del norte, del sureste y del suroeste, y muchas ciudades le dan un brillo esplendoroso, único y magnánimo.

Unas de las muchas ciudades pertenecientes a la región de Velvetine es la afamada "Ciudad Dimaxion", increíblemente conocida por sus desarrollos tecnológicos, tales como los automóviles de movimiento magnético, el sistema de comunicación de longitud onda 3 por medio del "T-fex", el guardián de contención de poder, entre muchos.

Ciudad Dimaxion también es conocida por ser la ciudad del brillo de bengala. Sus edificaciones al anochecer iluminan por sobremanera, asemejándose a la iluminación de una bengala. Una ciudad con un brillo fulgoroso, la central de tecnología de la región y la ciudad con construcciones más altas y visualmente llamativas; es el hogar de miles y miles de habitantes con los poderes del fuego, el sonido y la energía.

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El sol naciente del alba empezaba a apuntar con sus rayos más fulgurantes en dirección a las ventanas de muchas de las edificaciones de Ciudad Dimaxion, haciéndoles comenzar el día a los habitantes de los apartamentos de viviendas en dichos edificios. Entre ellos, muchas personas de la "Residencia Luminaria", un edificio de apartamentos alquilados; acababan de recibir un despertar completamente opuesto a placentero, debido a los incesantes y agudos gritos de una señora algo mayor, la cual acababa de recibir su correo.

El correo en la región de Velvetine es muchísimo más avanzado que solo cartas escritas con tinta o mecanografiadas con máquinas. Este correo consta de una varilla de metal, la cual generalmente de algún material flexible, a la vez que resistente, lo que conlleva en una aleación de estaño y plata, provista de una barra en el medio de color neón verde. Esta varilla, al tener contacto con una huella dactilar específica, reproduce un mensaje holográfico escrito digitalmente, el cual generalmente se usa para noticias muy formales. Para mensajes informales o charlas largas, es utilizado el comunicador de longitud onda 3, conocido como "T-fex" por sus siglas "Terminal Funcionalizada de Emisión de datos Xenogenérica".

Una de las cartas de tecnología holográfica había sido remitida hacia la señora Mary Soue, una señora con un cierto complejo que consiste en ser el centro de atención; con un pelo entrecano que trataba de ocultar con tintes y una cara simpática, pero algo pedante cuando es conocida a fondo; y esta señora estaba ocasionando un escándalo en sobremanera por el contenido de la carta.

—¡Ah! ¡Ay de mi! ¡No es posible lo que leen mis ya cansados ojos! ¡Es inaudito! ¡Ay de mi!— Se lamentaba la señora Mary Soue, poco después de leer la ya mencionada carta, emitida por el propietario de la residencia. Sus gritos terminaron despertando a muchas personas en los 2 pisos colindantes hacia arriba y abajo del apartamento donde se encontraba la señora. Entre las personas que iniciaron su mañana con sonidos mucho más irritantes que un despertador, se encontraba un joven de cabellos rojos, tan profundamente coloreados como el centro de una toronja, con la tez un poco bronceada por el sol, con algunas pecas esparcidas desigualmente por sus mejillas y su cara, y una mirada color café oscuro que en cualquier otro momento estaría expresando alegría. Dicho chico, visiblemente irritado por su manera de despertar, decidió no levantarse de la cama y trató de insonorizar los gritos de su vecina contigua, envolviendo su cabeza en la almohada más cercana.

Y mientras el joven buscaba ignorar los gritos de su vecina, la madre del mismo, una señora que difícilmente podría verse mayor a 50 años, con unos cabellos cobrizos, una mirada bastante profunda y una tez un poco más clara que la de su hijo; se encaminaba en salir de su apartamento con su bata de noche, de color púrpura; buscando calmar al origen de los gritos que perturbaban la paz en aquella ocasión.