Capitulo 5

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Aposentos del sultán Mehmed

Candan Sultan

—Candan....Candan...despierta— una voz sonaba en mis sueños, era la voz de Mehmed, por un momento supuse que no era real, pero cuando volvió a sonar, supe que si lo era.

Abrí mis ojos lentamente y pude ver a mi Mehmed, con una sonrisa en su rostro, su rostro de recién levantado.

—Mehmed!!— dije, para levantarme un poco y abrazarlo con fuerza

Mi dulce Candan, la luz de mis ojos, mi flor francesa traída por el océano, mi sinceridad y fortaleza, mi único amor real y mi vida entera. Te amodijo delicadamente, mientras me miraba, con esos ojos que me habían hechizado

—Gracias a Allah despertaste, no podía más con la preocupación, nuestros hijos van a estar muy contentos—

—Si...porque no los llamas— propuso y yo regrese a verlo con algo de recelo

—Ellos...no están aquí en palacio, pero eso te lo contare después, ahora mi prioridad es que te vea el doctor, que te traigan medicina y algo para comer y después hablaremos sobre esto— dije acariciando su mejilla y el asintió—Agas!!!!—

—Si mi sultana?— ellos al ver a Mehmed despierto hicieron una reverencia

—Traigan al medico, que también le traigan comida a su majestad y— dije, para ponerme de pie y acercarme a el— trae a Kadir aga y a mis criadas, iré a mis aposentos— el solo me reverencio y se fue

—Mehmed, el doctor vendrá y te revisara, quiero que comas algo y que descanses un poco más, iré a solucionar algunos asuntos pendientes que tengo hoy, recogeré a unas muchachas, hablare con mis sirvientes que tienen los interrogatorios y me reuniré con el consejo para hablar sobre las provincias asignadas a Bekir, Emir y Kiral, pero te veré mañana en la tarde para almorzar y para que conversemos sobre algo importante— finalice, besando su mejilla y poniendo un velo sobre mi cabeza, para salir del lugar hacia el camino dorado, donde me encontré a Kadir, quien me saludo muy contento

—Mi sultana, que Allah la bendiga, es cierto lo que escuche? nuestro sultán ha despertado?— pregunto esperanzado

—Así es Kadir, Umay, Yesim, que todo el palacio se entere, díganle a los cocineros que preparen un banquete para las concubinas, hoy en el jardín haremos una fiesta en honor a que nuestro sultán ha despertado, que se reparta jugo y dulces y monedas de oro— pedí con alegría a mis criadas y ellas sintieron muy contentas y se fueron

—Vamos a mis aposentos Kadir, tengo que vestirme y arreglarme, hoy será un día agitado—

—Si mi sultana, en nuevas noticias, Ahmed Pasha dijo que deseaba verla hoy antes de la reunión del consejo, Ceren, una de las nuevas concubinas estaba llorando ayer por la noche, Camila y sus hermanas están el palacio, siguen durmiendo pero cuando usted lo considere prudente podrán ir a verla y...— su silencio me preocupo un poco

—Y que? paso algo malo?— pregunte y el negó con la cabeza

—Al contrario sultana, la sultana Mihrimah ha enviado una carta, dice que esta muy contenta por la coronación  de su hermano, que en cuanto pueda vendrá a visitarnos y por ultimo sus nuevas joyas, las de sultana principal han llegado, todas en color azul, rojo y verde como lo estipulo mi sultana— dijo, mientras bajábamos por la escalera para ir a mis aposentos

—Perfecto, entonces iré a cambiarme, iré a ver a Camila y sus hermanas, tendremos la reunión del consejo y veré que quiere Ahmed Pasha, veré si ya saben quien trato de matar a Mehmed y almorzare con mi esposo en la fiesta del jardín de hoy— anuncie, entrando en mi habitación, era la antigua habitación de la sultana Hurrem, su balcón era el que tenia la vista más bella y podía ver los aposentos de Mehmed, para saber todo.

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