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El viernes, hacía las cuatro de la tarde Hyunjin estaba apoyado en el coche, esperando a SeungMin. El día era gris y helado; una módica brisa chocando contra sus mejillas y un petricor vistoso. Ha dejado de llover hace poco, con la suerte de ver el cielo despejado y tener la confianza y seguridad de conducir. Pero aún siente el aroma a tierra mojada, olor que le gusta, porque le trae paz, tranquilidad, una calma inexplicable.

Cuando cierra los ojos y aspira fuerte y se lleva todos los sentidos a la nariz y los hace pasar por la mente, cerca de los recuerdos hasta rozar con el nirvana, echa los hombros hacia abajo y relaja los pulmones, entonces suelta el aire. Los días de lluvia le traen recuerdos jocosos, traviesos, recuerdos de acciones que hizo con el sonido de las gotas cayendo de fondo... Ahora su mente se amontonó de la vez que terminó empapado con SeungMin después de que una repentina lluvia les pillara en medio de un picnic por el bosque. Estaba siendo su segunda cita juntos.

—Creo que el universo nos está diciendo que no tengamos más citas. —bromeó.

—¿Ah, si? ¿Y vas a hacerle caso? —Hyunjin se inclinó y se encontraron más cerca. Debajo de aquel árbol, la lluvia mojándoles la cara, el cabello y la ropa; cuando le puso las manos en las mejillas, SeungMin se lamió el agua de los labios y dijo:

—Es una señal. ¿No crees que deberíamos hacer caso a estas cosas?

—¿Entonces qué? ¿Nos despedimos y nos vamos cada uno por su lado, solo por unas gotas? ¿Es eso lo que quieres? —«No»—. Por favor, no me apartes la mirada. Mírame. Las señales son una chorrada, SeungMin. Si tuviéramos que hacerle caso a cada mínima señal, estaríamos dependiendo de algo que sólo está en nuestra mente. Algo subconsciente que en realidad no existe. ¡Por Dios! El universo debe tener suficientes problemas como para centrarse en dos personas que sólo intentaban comer en una manta. —Le pasó el pulgar por los labios, el agua resbaló por su barbilla—. ¿Vas a hacerle caso a algo irracional y sin lógica? No necesitamos esperar a que alguien nos diga lo que queremos, si ya lo sabemos.

Aún sigue pensado en lo que hubiera pasado si le habría dejado marchar. Nada habría sido lo mismo. Quizá él seguiría siendo el mismo capullo de antes, considerando que fue por SeungMin, por decidir hablarle, y a arriesgarse a un posible rechazo, por lo que después de observarle en toda la noche y se imaginara lo que tanto decía no querer: una relación.

Quizá si en esa fiesta se habría echado atrás, quién sabe... ¿Habría sido diferente? ¿O nada habría cambiado? Quizá ahora no estaría viendo a SeungMin correr hacia él, saliendo de la residencia con una mochila deportiva en el hombro, contento y animado. Y cuando se le echa encima y le abraza por el cuello y le besa... hay una explosión de sentimientos encontrados.

En otro universo, SeungMin estaría abrazando a otra persona, le estaría besando y diciendo lo mucho que le ama. Un mundo paralelo a este, donde Hyunjin desearía no haber descubierto lo que era amar a alguien. Y entonces, y solo entonces habría renunciado a sus principios, se lavaría la boca con jabón y rogaría para que el destino hiciera su trabajo. Si lo que implicaba no tener que perder sus besos, cualquier cosa habría hecho.

Una de las manos del chico le atrapa la nuca y juega con sus cortos cabellos de allí. Hyunjin le toma por la cintura y le abraza a la mínima que puede. Tenía un mal presentimiento. Desde esta mañana, mientras se alistaba mental y físicamente para los padres de SeungMin. Para su padre, en todo caso. No quería inmiscuirse, pero necesitaba saber a lo que se iba a enfrentar, así que habló con Jisung. Pero ni siquiera él se atrevió a decir algo y por una parte agradeció que Jisung no sea del tipo que cuenta las intimidades de otros, pero por otra parte, mierda, la curiosidad le estaba matando.

Hasta ahora, todo lo que había visto, solo le hacía pensar que SeungMin era el niño de papá. Vaya, desearía estar equivocado.

Durante los primeros diez minutos de viaje se mantuvieron callados. Con solo la radio encendida, la voz de Jesse Rutherford en el inicio de Girls & Boys que junto a Barbie & Ken se convirtieron en las canciones favoritas de SeungMin en la lista de reproducción de Hyunjin. Jesse y luego acompañando a Goody Grace en Too High siguió tomando el protagonismo en todo el viaje hasta que Hyunjin alargó la mano y bajó el volumen.

› Blue. (all of those drugs) ꙳໋͙ HyunMin ⌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora