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Una de las metas de fushiguro al mudarse fue socializar mas, poder hacer al fin amigos, solo esperaba que las personas no se llevaran una mala impresión de el por su estilo de vida, pues parecía un vampiro, de día dormía y se la pasaba oculto del sol y a las altas horas de la noche salia a explorar, como todo un rarito, eso es lo que la gente piensa al principio sin saber las razones, la lengua de la gente antes lo había echo meter en algunos problemas que llego asta las autoridades.

Era cerca del medio  día y fushiguro seguía acostado en su cómoda cama, asta que fue interrumpido por el timbre, el cual era tocado con mucha insistencia; se levanto de mala gana, pues sentía que se caería en cualquier momento por el sueño que tenia.

- ¿quien es? - preguntó al llegar a la puerta, sin abrirla pues no confiaba en la gente de ese lugar.

- me llamo maki, soy tu nueva vecina, y vine a darte algo como bienvenida.

Fushiguro lo medito un poco antes de abrir la puerta y dejarla pasar; al entrar vio como la chica de pelo verde se quedaba observando el interior de la casa.

- ¿eres un vampiro o algo por el estilo? - bromeó la de pelo verde, fushiguro solo hizo una mueca de fastidio al escuchar eso.

- cosas.. Personales - pronunció para quedarse mirando la canasta con frutas de la había traído la chica.

Esta solo lo vio fijamente para luego sonreír.

- ya veo; bien me retiró, si necesitas algo puedes pedírmelo ¿vale? - fushiguro solo asintió, la pelo verde estaba apunto de salir pero detuvo sus pasos dándole la espalda a fushiguro, este se le quedo viendo confundido esperando a que dijera algo.

- es mejor que no sigas saliendo tan tarde a la calle, ten cuidado - fue lo último que dijo para salir de la casa y dejar a un fushiguro confundió y aterrado.
"¿Acaso es una amenaza?"

Fushiguro decidió salir mas temprano esta vez, pues necesitaba hacer unas compras ya que tenía la nevera casi vacía; solo esperaba tener suerte y encontrar algún supermercado antes de que cierren

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Fushiguro decidió salir mas temprano esta vez, pues necesitaba hacer unas compras ya que tenía la nevera casi vacía; solo esperaba tener suerte y encontrar algún supermercado antes de que cierren.

En las calles se encontraban niños corriendo y haciendo travesuras, las pocas personas que habían charlaban alegremente con sus acompañantes; fushiguro solo apreciaba la hermosa luna llena que adornaba el cielo y que muchas veces fue su acompañante.

Luego de caminar unas cuantas cuadras llegó a lo que parecía ser el centro de la cuidad, pues había una estatua algo enorme, de lo que parecía ser un ángel tomando de la mano a un demonio.

"Que raro" solo pudo pensar eso fushiguro

Compro las cosas que necesitaba en el único supermercado que encontró,  cuando ya iba de camino a casa se encontró interrumpido 
por el llamado de uno voz  que ya empezaba a conocer.

- ¡fushiguro! ¿Que coincidencia que nos encontráramos no crees? - le hablaba la de pelo verde mientras se acercaba cada vez más a megumi; este solo observaba a la chica castaña que seguía a su vecina, pues esta lo miraba como si intentará saber que tipo de persona es.

- si que coincidencia... yo ya me iba - cuando quería dar un paso se detuvo en seco, las otras chicas se le quedaron viendo con confusión.

- ¿como sabes mi nombre? - pregunto megumi a maki.
Esta se sorprendió y abrió los ojos más de lo normal.

- pues... tu me lo dijiste - que mala es para mentir, pensó fushiguro.

- estoy seguro que no - megumi la miro con el seño fruncido, pues el tenia muy buena memoria y sabe que nunca le dio su nombre.

- por su puesto que si; cambiando de tema te presentó a mi amiga - señaló a la castaña.

- me llamo noraba  kugisaki - estrecho su mano con la de megumi, luego de eso hubo un silencio algo incómodo entre los tres.

- ¿oye megumi no quieres conocer a satoru? - pregunto la castaña.

- ¿quien?

- el monje del pueblo; es un amigo de nosotras, tiene curiosidad por conocerte.

- ¿no sería muy irrespetuoso  ir a estas horas? ¿Y si esta haciendo cosas importantes? - cuando dijo eso noraba y maki se miraron entre ellas para luego echarse a reír.

- no te preocupes ese tipo no es lo que todos piensan, es más solo es respetado porque sabe hacer su trabajo, pero la verdad es que también es todo un vago y para nada serio - dijo noraba más alegre - pero no le digas que te dije eso - le susurro.

En el camino hacia el templo
Hablaron de uno que otro chisme sobre la gente del pueblo o contaban chistes.
Por una vez megumi no se sentía incómodo estando junto a alguien, esas chicas eran de lo más agradable.

El camino para llegar al lugar quedaba algo alejado del pueblo por que lo único que se podía apreciar eran los grandes árboles, aunque  estaba seguro que de día se vería un lindo paisaje, de noche es todo lo contrario, pues sentía como si en cualquier momento algo fuera a salir de aquella  oscuridad y se lo fuera a tragar.
Mientras observaba hacia los árboles no se dio de cuenta que estaba caminando más lento y que las chicas se estaban alejando cada vez  más mientras hablaban animada mente entre ellas.

De un momento a otro vio unos ojos rojos como la sangre lo observaban desde la oscuridad, los mismos que vio la noche anterior; sintió como el aire se le había ido de los pulmones, no podía gritar; iba a correr pero cuando quiso hacer lo sus piernas no respondían, estaba paralizado del miedo, volvió a mirar hacia el lugar donde vio esos ojos pero ya no había nada.

Aun con miedo se preguntaba que era eso, o si se estaba volviendo loco. pero luego capto otra cosa, detrás de unos arbustos había una mano.

Con un poco de valor se acerco hacia el lugar para comprobar si sus ojos no lo engañaban, además debía comprobar si era tal vez  una persona que necesitaba ayuda, gran error. Pues se encontró con algo peor de lo que imagino.

Era una persona que tenia un gran hueco en el estomago, como si le hubieran arrancado las tripas, las cuales estaban esparcidas alrededor de el, la cara la tenía deformada y la piel quemada y cortada; una imagen que dejaría traumado a cualquiera.

Cuando iba a gritar su boca fue callada por una mano; se sintió desfallecer asta que escucho como la persona que lo callo hablo.

- se que es algo muy horrible, pero no me gustaría que llames la atención de la gente - le hablo un albino.

- tranquilo todo está bien, no hay nada porqué  temer, yo estoy aquí - intento calmar el albino al pelinegro, cosa que no logro, pues este de un rápido movimiento se aparto de este, agarrando un palo para defenderse de aquel tipo que actuaba como si no hubiera un cuerpo masacrado frente a él; el albino solo lo veía el pelinegro de forma divertida.

- ¡por que actúas tan natural cuando hay una persona muerta al frente tuyo! ¿Acaso tu lo mataste? - dijo fushiguro con mucho enojo y miedo al mismo tiempo.

-  ¿ah? - en ese momento el albino soltó una fuerte carcajada Claro que no, yo soy satoru gojo, el monje del pueblo, estoy acá por que se casualidad paseaba al igual que tu y nos encontramos con la misma sorpresa - dijo con una sonrisa mientras revisaba el cuerpo el hombre al que mataron - ¿Acaso me veo como un asesino?

¿Debía confiar en el? Pues mientras el tenía mucho miedo y ganas de vomitar; aquel albino revisaba el cuerpo con una sonrisa, como si fuera el pan de cada día ver un cuerpo desfigurado.

De un momento a otro vio como varias personas que según lo que veía eran ayudantes de satoru, y entre los que llegaban vio a noraba y a maki, quienes al ver lo ocurrido su expresión  sólo fue de enojo, como si también hubieran visto lo mismo muchas veces o como si también supieran quien fue el que hizo algo tan horrible  como eso.

" ¿que es lo que le pasa a la gente de este pueblo?" pensó megumi mientras tomaba su cabello y lo jalaba.

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2022 ⏰

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