deal - minsung

02

—¿Tan poco te quieres, Jisung?

—Ya vale Lix. Tenía que intentarlo de alguna manera. Yo solo quiero que pase tiempo conmigo para que vea que soy bueno, incluso más que mi hermano. Que puedo ser un buen novio.

—Jisung, pero a él...

—Que sí, que le gusta Seungmin, ya. Pero era la única manera de que me hiciera caso.

—¿Cual es tu plan? —Jisung dejó la mochila sobre la cama de su habitación y miró a Felix, que se acababa de sentar en la silla del escritorio.

—Enamorarlo. Enamorarlo tanto que se olvide de mi hermano.

—Jisung...

—¡Puede pasar! Yo no pierdo la esperanza. Y si no sucede sé que lo voy a pasar mal, y que probablemente tenga que cumplir el trato porque soy una persona de palabra, pero es mi única oportunidad Lix.

—Esta bien Jisung... Yo lo único que no quiero es que sufras.

—Lo sé, y por eso te quiero —Jisung se acercó a Felix y le dio un abrazo.

—Por cierto, ¿tu hermano sabe algo?

—¿Del trato? No. Si él se enterara de que he hecho esto no me habría dejado hacerlo.

—Pero él sabe que te gusta Minho. Si el trato no saliera... ¿cómo vas a hacer que él y...

—No quiero pensar en ello —interrumpió—, prefiero que no suceda. Ya veré qué pasa dentro de un mes.

—Tienes mucha confianza en ti mismo, ¿eh? —Felix rió.

—Si no la tengo yo quién la va a tener —Jisung sonrió.

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Minho le explicó a Chan todo lo hablado con Jisung, el trato y lo que pensaba. Estaba a cuadros.

—Menudos huevos tiene —dijo riendo.

—Pierde el tiempo si cree que mi pensamiento hacia él va a cambiar.

—Pues podría —dijo Chan y Minho lo miró—. ¿Qué? Lo odias sin motivo desde hace meses porque... ¿te tiró tierra encima sin querer? ¿porque te quiso enseñar una orquídea? Minho por favor, ni siquiera lo conoces.

—Porque siempre me estropea todo con Seungmin.

—Minho, el mundo no gira en torno a Seungmin.

Minho rodó los ojos.

—Tengo derecho a odiar a quien quiera.

—Es cierto, —Chan cerró su locker y siguió andando junto a Minho— pero Jisung es uno de los chicos mas lindos que he visto, que encima parece que está un poquito colado por ti y ni siquiera puedes verlo porque estás pendiente de su hermano. Da que pensar.

—Jisung y yo... Escalofríos de pensarlo Chan.

—Mira que eres terco.

De pronto un moreno apareció de la nada haciendo frenar a ambos el paso. Hablando del rey de Roma.

—Chan, —dijo en forma de saludo mientras sonreía, el rubio le devolvió el saludo con mucho gusto— Minho —este último tenía el rostro un poco más amargo.

—Jisung —añadió Minho con el mismo tonito.

—Toma, por si lo necesitas a la hora de almorzar —le dio una bolsa a Minho, al parecer llevaba algo dentro—. Ah y esto ábrelo después, en casa —Jisung sonrió de la manera mas pura que pudo y salió de ahí.

Minho se quedó con la bolsita y la notita, una en cada mano. Su ceño era fruncido.

—¿Y esto?

—No sé, pero si no sales tú con él lo hago yo —Minho rodó los ojos.