deal - minsung

03

Sábado. Hacía un día precioso, el sol relucía y se respiraba aire puro. Minho terminó de hacer el trabajo de clase y salió al porche.

La verdad es que al pelinegro le han estado retumbando muchas cosas en la cabeza. La primera era que qué pensaría Seungmin sobre él, si alguna vez lo vio como algo más que su vecino de al lado. Al fin y al cabo Minho era un chico agraciado a la vista de todo el mundo, tal vez para Seungmin también. La segunda era por qué no podían retrasar los trabajos de química unas semanas más ya que la estaba superando, y la tercera... ¿Por qué aceptó aquel trato con Jisung? Ah sí, para efectuar el punto uno.

Estos días el moreno fue super atento con Minho, tanto dentro como fuera de clases. Cualquier cosa que necesitaba, cualquier muestra de cariño que pudiera darle, lo que sea, si había ocasión lo hacía. Y a Minho, en el fondo, le estaba empezando a gustar esa sensación de tener a alguien ahí para ti. Supongo que eso es lo que se sentía al tener pareja, o era lo que Jisung pretendía con este trato.

Minho se sentó en el porche y sacó su libro de bolsillo. Le relajaba ponerse a leer y más en ese ambiente, creo que aquello era una de sus mayores serotoninas.

En minutos le llegó un mensaje.

Jisung
Qué lees? 👀

Minho leyó el mensaje pero no se molestó en responder, simplemente volvió a bloquear el móvil y siguió leyendo.

Poco después escuchó un portazo en la puerta del vecino y por inercia miró hacia allá. Era Jisung, cómo no. El pelinegro rodó los ojos y siguió leyendo, pero no más de un minuto después escuchó a alguien carraspear.

—Coge tus cosas, vamos a hacer algo.

—¿Perdón?

—¿Somos novios, recuerdas? Coge tus cosas —Jisung sonrió.

—Ughhhhhh, eres insoportable —dijo refunfuñando y entró en casa a por sus cosas. Se acabó la sesión de lectura por hoy.

Jisung mientras fue hasta su coche y le abrió la puerta para que Minho entrara.

—Sé hacerlo solo, eh.

Jisung rodó los ojos y entró dentro del coche.

—¿Dónde vamos?

—Es una sorpresa —dijo sonriendo pero al girarse para mirarlo frunció el ceño—. Uhmm, Minho.

—¿Qué pasa?

—El cinturón.

—Ah sí, es verdad —se inclinó para ponérselo—. ¿Eres un obseso de esos que quiere todo meticuloso en el coche?

—No, lo que no quiero es que tengamos un accidente y te pase algo.

—Muy tierno de tu parte —rió.

—Oye... ¿Puedes dejarlo ya?

Minho giró su rostro para mirarlo. Jisung estaba serio.

—¿Dejar el qué?

—De ser tan borde, tan así —dijo mirando al frente—. No te he hecho nada, lo único que hago es tratarte bien, y ahora te estoy llevando a un sitio porque quiero darte una sorpresa y siento que te la mereces. ¿Podemos llevar la fiesta en paz? Simplemente tú y yo, ese era el trato, ¿no? —dijo aquello último dándole una mirada a su falso novio.

Minho se quedó en silencio unos segundos. No esperaba aquellas palabras. Sí que era cierto que Jisung jamás le había hecho nada malo, que lo cierto era que su único problema es ser torpe, pero quizá esta vez el moreno llevaba razón.