Τρίτο μέρος

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La noticia del embarazó de Ran lo había tomado por sorpresa, estaba feliz por su gemelo pero a la vez sentía envidia, el también quería poder estar todo el tiempo juntó al chico que le gustaba pero recordó que ellos terminaron después de enterarse...

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La noticia del embarazó de Ran lo había tomado por sorpresa, estaba feliz por su gemelo pero a la vez sentía envidia, el también quería poder estar todo el tiempo juntó al chico que le gustaba pero recordó que ellos terminaron después de enterarse sobré el beso.

- Tonto, Rin es un tonto - Murmuró, terminando de doblar la ropa.

- ¿Ahora por qué me insultas? - preguntó el mayor ingresando a la casa de los Kawata, Nahoya lo había llamado para que fuera a aclarar las cosas con su pequeño hermano; claro, no sin antes amenazar con cortar sus pelotas si volvía a hacerlo llorar.

- ¿Qué haces acá? - preguntó, luego de dar un brinco en el lugar al oír la voz del contrario.

No se esperaba que entrará como si estuviese en su casa pero a la vez no le sorprendía demasiado; luego de que le dieron el alta los tres mayores estuvieron vigilando que no volviera a intentar algo parecido.

Rindou dio un suspiró, se acercó al sillón enfrente del peli-celeste para tomar asiento; lo miro en silenció por unos instantes antes de quitarse los lentes para también llevar su cabello hacía atrás con su mano libre.

- Necesitamos hablar - Le recordó.

- Lo sé - Aseguró, acomodando las prendas de ropa a un costado para también sentarse en uno de los sillones individuales.

- Ese beso no significó nada para mí - Aclaró,para luego seguir - Desde que comenzamos nuestra relación lo único que me importa eres tu, y lo sabes, sabes bien que eres el dueño de mí corazón, pensamientos y suspiros pero aún así tienes desconfianza - Lo miró fijamente - ¿Estás bien?¿Estás bien sabiendo que nuestros hermanos pueden ser pareja libremente y nosotros no? -

Souya escuchó lo que tenía que decir el ajeno sin interrumpirlo pero al oír la última parte frunció el entrecejo.

- ¿Si estoy bien? Claro que no, los envidio pero tampoco voy a permitir que cualquier pueda besarte y tu no me digas nada - Lo apuntó con su dedo algo molestó - ¡Rindou! Lo primero que tuviste que hacer, era venir a hablar conmigo sobre eso, no guardarlo, también me sentí destruido al terminar con nuestra relación pero si no nos teníamos confianza para hablar sobre esos detalles ¿Que más vas a ocultar? - Cuestionó.

- Entiendo y me disculpó, pero aún así no quiero acabar con lo nuestro - Se levantó del sillón para acercarse al menor - Souya te amo - Se arrodilló enfrente del ajeno para agarrarle las manos con delicadeza - Eres mí razón de existir, el amor de mí vida y no quiero perderte por una equivocación...solo quería evitar alguna pelea por eso nunca lo comenté pero juró por dios que voy a comenzar a hablar sobre cada una de las cosas que sucedan para que puedas sentirte más seguro... pero también necesito que confíes es mí ¿Si? - Beso el dorso de la mano contraría.

- Si - Mencionó, antes de lanzarse a los brazos ajenos.

Souya rodeó con sus brazos el cuello del contrario para luego juntar sus labios en un cariñoso beso. Rindou inmediatamente agarró al menor por las caderas para poder juntar lo más posible sus cuerpos; cuando ambos estuvieron más tranquilos comenzaron a darse suaves caricias sobre la ropa, querían demostrarse cuánta falta se hicieron en ese tiempo.

τα μισα IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora