¿ Destinó o Casualidad ?
¿ Cómo el destinó va a saber que desiciones vas a tomar ?; Los Haitani creían completamente qué se trataba de una idiotez. ¿ Casualidad ? ninguno de sus encuentros fueron una casualidad, ellos mismo se encargaron de que suce...
A comparación del hogar de los hermanos Haitani en el departamento de los gemelos Kawata se podrían oír gritos acompañados de algunos sollozos.
Nahoya agarró un marcó de fotografía para arrojarlo en el suelo sin importarle dañar la imágen que se encontraba en su interior.
- ¿¡ Por qué !?¿¡ Por qué no me dijiste nada !? - Gruñó entré lagrimas sin atreverse a acercarse al menor de cabellos celestes.
- ¡ Na-nahoya cálmate ! - Chilló nervioso intentando contener sus lágrimas por más que le costará.
- ¡ No ! - Gritó acercándose al contrario para agarrarlo de los hombros - ¿¡ Desde cuándo son pareja !?¿! Por qué no me dijiste nada !? - Al terminar la pregunta su voz comenzó a hacerse cada vez más suave hasta llegar a ser casi imposible de escuchar.
Souya sin saber que hacer en esa situación abrazó al contrario por los hombros acercándolo lo más posible a su cuerpo para dejarse caer de rodillas al suelo junto con el ajeno.
- Es todo mí culpa, perdóname Naho, perdóname - Acarició los anaranjados cabellos del mayor.
Nahoya se quedó sollozando en silenció mientras se aferraba al cuerpo de su gemelo sin importarle que estuvieran sobré los vidrios rotos.
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Habían pasado algunos minutos en lo qué el lugar se encontraba en silenció, lo único que se podría escuchar eran los balbuceos de un dormido chico de cabellos anaranjados, el cuál se negaba a soltar el agarré que tenía en la chaqueta de su gemelo.
Souya se levantó con cuidado del suelo para alzar al contrario, caminando por el medio del desastre pará ingresar a la recámara del ajeno al cuál recostó sobre la cómoda cama para entregarle un peluche antes de retirarse a su recámara.
Al ingresar cerró la puerta con seguro para recostar la espalda contra la recién nombrada, dejándose deslizar hacía el suelo para rodear sus rodillas en buscá de afectó propio mientras permitía que algunas lágrimas comenzarán a brotar.
- Todo es mí culpa - Murmuró - Si tan sólo fuera mejor hermano...una mejor pareja nada de ésto estaría sucediendo - Apretó con brusquedad sus piernas dejando una marca.
Levantó la mirada para concentrada en la tijera qué estaba sobré su mueble, sin pensarlo demasiado se acercó gateando para agarrarla.
- Nahoya, Rindou serían más felices si yo no estuviera con ellos - Sonrió con tristeza para clavar la tijera en su muñeca, haciendo un corte recto sobré su brazo para luego cerrar los ojos; comenzó a sentir cómo el suelo se movía, estaba perdiendo bastante sangré pero aún así siguió haciéndose un corte más en el otro brazo.
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Nahoya se despertó a causa de las contantes llamadas que estaba recibiendo, cuándo quiso atender la más reciente escuchó cómo golpeaban la puerta del departamento con desesperación por lo que decidió levantarse sin tomarle importancia a su dolor de cabeza por las horas qué se la paso llorando.
Se acercó a la puerta para abrirla, descubriendo que quien estaba del otro lado era Rindo Haitani.
- ¿ Que haces aquí ? - Preguntó sin su común sonrisa, no podría forzar ninguna en esta situación.
- Souya, quiero hablar con Souya por favor - Suplicó, poniéndose de rodillas.
- Entrá, debe de estar en su recámara - Lo dejó pasar para, ahora si, contestar la nueva llamada.
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Rindo al entrar no puedo evitar notar cómo el departamento se encontraba echó un desastre. " pelearon " se dijo mentalmente para ir hasta la recámara de su pareja o ex pareja debería de decir ahora.
Al intentar ingresar se dió cuenta que la puerta estaba bloqueada con el seguro por lo qué dió algunos golpes nombrado al menor, al no recibir ninguna respuesta dió un suspiro imaginando que se encontraba dormido pero al agachar la mirada notó un hilo de sangre deslizandose por debajo de la puerta haciendo que su preocupación se multiplicara.
Sin importarle el daño que podría hacerse en el hombro comenzó a golpear la puerta con toda la fuerza que tenía, dió varios golpes hasta conseguir romperla.
- ¡ Souya ! - Se escuchó el gritó del gemelo mayor al ver la escena enfrenté de sus ojos.
