1 En la biblioteca

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Queridísima y amabilísima lectora...

No podía usted echarme de menos porque no he escrito en Wattpad jamás, así que me presento. Mi nombre, por ahora y hasta que me descubran, es Miss Cafetín. 

Hace diez años que no publico un fanfic, pero resulta que me ha vuelto a picar la imperiosa necesidad de escribir... Esta vez sobre Los Bridgerton. Sí, estoy absolutamente obsesionada con esta nueva temporada y, en concreto, con Kate Sharma, queridas. 

Contrariamente a lo que se debería esperar de mí, este fic es increíblemente hetero. 

Espero que les guste^^

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Desde aquel fatídico día en que Lord Bridgerton me persiguió a caballo como si de verdad le estuviera echando una carrera... No lo puedo ver delante de mí. Esa prepotencia, esa mirada altiva, ese gesto de reproche por cada comentario que me oye decir... ¿Quién se ha creído que es? 

Edwina descansa en su cama, presa de un sueño profundo y, por lo que parece, tranquilo. Retiro las sábanas con cuidado y  salgo de la cama despacio, procurando no despertarla. El crujido de la madera me pone en tensión, y un ligero chirrido que se escapa de la puerta tampoco mejora la situación. Me doy la vuelta para comprobar que mi hermana no se haya despertado, pero apenas ha movido una pestaña. 

Los pasillos de la residencia campestre de los Bridgerton son fríos por la noche, siniestros; a pesar de la decoración agradable, la oscuridad de la noche no permite que los colores suaves y la ornamentación floral contribuyan a relajar el ambiente que, por definición, impregna un enorme palacio del siglo XVII sumido en la oscuridad. Los destellos que emite la pequeña llama de la vela ofrecen un último toque de movimiento a los objetos que decoran los pasillos. 

La puerta de la biblioteca que antes había pertenecido a Edmund Bridgerton estaba entreabierta, así que aproveché para ver qué títulos nuevos encontraba. A mi hermana le encantaría tener todo el tiempo del mundo y acceso libre para leer todos los libros que allí había. Y la verdad era que a mí también. Una idea absurda pasó por mi mente y se fue tan rápido como sacudí la cabeza. Mi hermana será muy feliz en Aubrey Hall. 

Cuando oí el crujido de la puerta, me asusté. El señor Bridgerton estaba en el quicio, mirando hacia el suelo, descamisado y aparentemente incómodo una vez ha descubierto quién estaba en la biblioteca, a pesar de que estaba claro que había vuelto allí a propósito.

- ¿Debería pedirle permiso para visitar la biblioteca? Ayer no pareció molesto por mi visita...

- ¡No! No... No tengo ningún inconveniente en que venga, señorita Sharma... De hecho, por favor, tome prestado el libro que más le guste, no deseo otra cosa que hacer de su estancia aquí un período agradable y... Entretenido.

Levanté la mirada, sorprendida por el tono. Lord Bridgerton, azorado de repente, entró en la estancia y cerró la puerta. 

- ¿Qué cree que hace, mi lord?

Él caminó nervioso por la sala, cogió un libro, lo puso en un montón, movió otra pila de libros... Levanté las cejas observando su recorrido. Nervioso, el señor Bridgerton terminó por acercarse al escritorio que había frente a la ventana y se apoyó de espaldas a la mesa, mirándome, como si me pidiera explicaciones.

Descendí por la escalera que me alzaba hasta los estantes más altos, dejé los libros que tenía en la mano sobre ella y me acerqué. Lord Bridgerton parecía, de nuevo, nervioso, respiraba con fuerza, rápido, parecía querer robar oxígeno al ambiente.  Recordé lo que había ocurrido hacía apenas dos días, aquel ataque, los nervios, la angustia que vi en sus ojos, por la simple picadura de una abeja. Contuve el impulso de posar mi mano en su pecho, con la intención de lograr, de nuevo, que se calmase.

Si lord Bridgerton no fuese un caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora