Capítulo 5

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A las nueve, llegaron a las afueras de la ciudad.

Lisa salió de la autopista para pedir café para llevar en un bar de carretera.

Cuando volvieron a ponerse en camino, Jennie le dio un trago a su vaso y se preguntó, por millonésima vez, si estaba loca.

Para empeorar las cosas, Lisa podía leerle la mente.

—¿Por qué haces esto Jennie? ¿Por qué es tan importante fingir que estás casada?

Jennie ponderó su pregunta un momento. Aunque no tenía por qué darle la respuesta a una criminal.

—Gatita crees que soy una entrometida, pero la verdad es que necesito que me des algo de información para meterme en mi papel de buena esposa –continuó Lisa–. Me gusta entrar en situación, como a las buenas actrices.

A pesar de su aprensión, Jennie sonrió.

—De acuerdo. Te contaré de qué va esto, pero te advierto que es una historia larga y aburrida.

—No pasa nada gatita. El camino es largo y aburrido también.

Una de las cosas que Jennie admiraba de Lisa era su sentido del humor.

Bueno, aunque en realidad no admiraba nada en una criminal, se corrigió a sí misma, Lalisa Manoban no le gustaba, ni se sentía atraída por ella, para nada.

Ya..... Pero por eso la había invitado a formar parte de su vida durante los tres próximos días y por eso la había besado. ¿A quién iba a engañar?..

En la comisaría, había sido más fácil ignorarla.

Sin embargo, en ese momento, no había nadie que pudiera verlas.

Podía relajarse un poco y dejarse llevar, pensó Jennie. Al fin y al cabo, no iba a tener una relación con Lisa. Por muy encantadora que fuera, era una criminal y no era debía jugar con fuego.

—Mi madre me dio en adopción –comenzó a explicar Jennie con la vista perdida en las montañas–. Hace unos meses, recibí una carta suya.

—¿De tu madre biológica?

—Sí.

—¿Sin previo aviso? –quiso saber Lisa, mirándola un momento–. Eso debió de sorprenderte mucho.

—La verdad es que me dejó muy impresionada. No podía creerlo. Mi madre había contratado a un detective privado para encontrarme.

—¿Y te enfadaste?

Jennie se encogió de hombros.
—No lo sé. Pasé por distintas fases de curiosidad, rabia y añoranza. Ahora siento mucha curiosidad. Quiero respuestas, supongo que igual que todas las niñas que han sido dadas en adopción.

¿Cómo es la vida de mi madre biológica? ¿Me abandonó nada más nacer o después de un tiempo?

No obstante, Jennie no dijo en voz alta la pregunta que más le agobiaba. ¿La había querido su madre? ¿Había sentido algo por ella o solo había querido quitársela de encima cuanto antes? ¿Tal vez causas de fuerza mayor la habían obligado a separarse de su adorada hija?

—¿Habías intentado encontrarla tú?

—No. Pensé hacerlo en ocasiones, pero no sabía qué iba a decirle si la encontraba. Pensaba que, si me hubiera querido, no se habría separado de mí.

—¿Qué dicen tus padres adoptivos?

—Murieron hace mucho –contestó Jennie, apretando la taza de café entre las manos. Para ser exactas, habían muerto hace veinte años. Apenas los recordaba.

Negoció de Amor (Adaptación Jenlisa G!P )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora