Just a friend ꒱ SeungIn

F

F= Frustración:
Sentimiento de tristeza, decepción y desilusión que una imposibilidad provoca.

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Jeongin miraba sus manos, las cuales temblaban con nerviosismo. Estaba sentado en una mesa de un café, en la espera de su mejor amigo. 

«Es ahora o nunca», pensó Jeongin, al ver cómo Seungmin se acercaba a él con una cálida sonrisa.

Jeongin amaba con locura esa sonrisa, y más aún cuando estaba dirigida a su persona. Por otra parte, no estaba completamente seguro de si Seungmin sentía lo mismo que él y sabía que se estaba arriesgando bastante con eso que planeaba hacer. Aun así, no se echó para atrás y siguió con su plan. 

—Hola, Innie —dijo Seungmin, y le besó la mejilla. Después se sentó frente a él. 

Jeongin sintió sus mejillas un poco calientes; pero eso no evitó que le ofreciera a Seungmin una hermosa sonrisa. 

—Hola, Seungminnie, ¿quieres que pidamos algo? 

Seungmin asintió y, poco después, una chica caminó hacia ellos para tomar su orden. 

—Buenas tardes, ¿ya decidieron qué van a pedir? —preguntó la joven con un tono de amabilidad. 

—Sí, un capuchino —respondió Jeongin. 

—Lo mismo, por favor —continuó Seungmin. La chica tomó nota enseguida y les avisó que luego traerían sus pedidos—. ¿Y bien? ¿Por qué me llamaste? 

—¿Debo tener algún motivo para querer ver a mi mejor amigo? —replicó Jeongin, y se preguntó cómo dos simples palabras podían hacer que su estómago se revolviera. Por suerte, Seungmin no notó su pesar y le sonrió de manera ladina. 

—Te conozco como a la palma de mi mano. Sé cuándo quieres hablar de algo importante. Además, nos vemos todos los sábados por la noche —así era desde que Jeongin había acabado la escuela— y justo hoy pediste verme con anterioridad. —Jeongin mordisqueó su labio inferior. Seungmin lo conocía muy bien; mas no lo suficiente para notar los sentimientos que sentía por él. 

—Yo solo te extrañaba, en serio —dijo Jeongin, mientras jugaba con sus manos. 

Seungmin solamente asintió aun sin estar convencido del todo. Él sabía que Jeongin quería decirle algo; pero también sabía que se lo diría tarde o temprano, ya que no tenía la capacidad de callarse nada. Por su parte, Jeongin sabía que estaba siendo un poco cobarde; pero si iba a ser rechazado, no sería en un lugar lleno de personas. Así que esperaría. 

Luego de que el pedido llegó, se calmó un poco el ambiente entre ambos y empezaron a conversar acerca de cómo les había ido en la semana. Seungmin hacía esas bromas malas que solo a Jeongin le hacían gracia. Las horas pasaron y ya era el momento de irse a casa. Seungmin le ofreció a Jeongin llevarlo en su auto y este aceptó, pues vio la oportunidad perfecta para hablar. 

Al llegar a la casa de Jeongin, Seungmin estacionó para que él pudiera bajar. 

—Entonces, ¿nos vemos el sábado? —preguntó Seungmin. Jeongin asintió y lo miró a los ojos. Trataba de decirle algo con la mirada—. ¿Estás bien? 

—Sí, solo quiero hablar contigo. 

—Te escucho —dijo Seungmin, y apagó el auto. 

—Primeramente, necesito que me prometas que lo que te diré no cambiará nada entre nosotros y que no vas a odiarme —expresó Jeongin, y tendió su dedo meñique hacia el de Seungmin. 

—¿Es muy malo? —Seungmin quería adivinar aquello que Jeongin tanto deseaba contarle. 

—¿Puedes simplemente hacerme esa promesa? —repuso Jeongin. Seungmin asintió resignado y juntó sus meñiques. Entonces Jeongin respiró con nerviosismo. Supo que era el momento y que, definitivamente, no podía retrasarlo más—. Sé que llevamos siendo amigos desde hace casi 6 años y que esto es algo raro; pero ya no puedo ocultarlo. —Tomó aire. 

»Me gustas, Seungmin. Me gustas desde que nos conocimos y en realidad pensé mil veces en cómo decírtelo, en cómo poder afrontar mis sentimientos; pero tenía y tengo mucho miedo de cómo te lo puedes tomar. Simplemente, quería una oportunidad para que me dejes quererte. 

Los ojos de Jeongin estaban puestos sobre los de Seungmin para intentar descifrar sus pensamientos; mas este se mantenía completamente neutral. Aunque después pareció agobiado y triste, lo cual significaba lo peor para Jeongin. 

—Lo siento, Innie. No puedo corresponder tus sentimientos. Sabes que te amo, pero eres mi amigo y no quiero lastimarte. Perdón, pero no siento lo mismo que tú. —Jeongin soportó sus lágrimas y sonrió con tristeza. 

—No importa —balbuceó con la voz temblorosa, mientras se quitaba el cinturón de seguridad. Salió rápidamente del auto. Huyó sintiendo vergüenza y tristeza—. Nos vemos el sábado. 

Sin dejar que Seungmin dijera algo, Jeongin se adentró con rapidez en su casa. Dejó a Seungmin sintiéndose completamente culpable y, de algún modo, triste también. 

Jeongin sabía que en serio la había cagado, pero no sabía que iba a dolerle tanto el rechazo de Seungmin, pues nunca había sido rechazado por él. Sin embargo, ahora le había dado el peor de los posibles rechazos: “Te amo, pero eres mi mejor amigo”. Las palabras de Seungmin resonaban en su cabeza y se clavaban en su frágil corazón. 

Y ahí estaba, llorando mientras abrazaba sus piernas. Trataba de calmar la frustración que sentía. Pensaba en cómo vería a Seungmin el fin de semana y que en adelante tendría que actuar como si no hubiera sucedido nada.

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