Capítulo 11

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                Este capítulo se lo dedico a мι ¢нιqυιтα
    Que me debe unas gomitas xd.
   


–QUE PASÓ CON EL QUE DI-JO QUE TE AMABAAAA –chilla extendiendo su mano para que le dé de mis flips.

–Ya. Cállate, no te voy a dar nada –le frunzo el ceño a Lindsay.

Se preguntarán ¿No que tenías pocos amigos?  Si...pues, legalmente, Lindsay no es mi amiga como tal, es la gemela de...

– ¡Deja el fastidio, Lindsay! No entiendo porque mamá me obliga a traerte – se cruza de brazos y camina hasta la cama para posteriormente arrojarse a ella.

– Fácil. No puedes vivir sin mí, mi querida Leslie – le sonríe desde su posición.

Así es, Leslie tiene una gemela amikos, pero estudia y vive con su tía-abuela Britney, en otro estado. Viene a visitarlas cada fin de semana o en vacaciones; y no, esto no es juego de gemelas, los padres de las chicas y la señora Britney, hicieron un “acuerdo”, ya que ella no tuvo hijos y se preocupó por hacer crecer sus negocios con su esposo, no le dieron importancia a la procreación de sus herederos; así que, cuando nacieron las gemelas Orange, y Lindsay demostró su fascinación por pasar el tiempo con ella, sus padres le dieron el privilegio de vivir con la Tía de su padre.

–¿Y si mejor se callan y nos concentramos en el juego? –nos riñe Dana.

– Eso, eso –agrega Julieta– ¿Que no ven que los demás ya están avanzando en el terreno? Si seguimos así, alcanzarán la bandera antes que nosotras y a mi no me gusta perder.

– Bueno...–intento decir algo pero me interrumpen las Orange.

– Ella empezó con su maldito fastidio como siempre –acusa Leslie.

– Ay niñia...no sabes de que hablas– Lindsay se acomoda en el puf observando su celular con aburrimiento, ignorando a su hermana.

– Ya. Sus juegos de molestarse cada que puedan y fastidiar a los demás déjenlos para otro momento –las miro severamente sentada en el piso, al lado del armario– ahora, juguemos o nos van a matar, y luego luego no quiero quejas de ustedes por no subir de nivel.

Se quedan en silencio hasta que de mala gana murmuran un "bien" y continuamos con nuestra partida.

Jugamos por aproximadamente una hora, para después celebrar nuestra victoria con pizza y Coca-Cola; nos tumbamos en la alfombra del cuarto de Dana a charlar mientras consumimos toda la comida chatarra que nuestros estómagos puedan soportar. Luego de un rato nos decantamos a ver una película, pero a mitad de esta, mi celular suena con la alarma que me avisa mi hora de correr a casa y alcanzar el paquete que Tobías envío.

Así que, después de despedirme de todas y llevarme unos Doritos para el camino, bajo las escaleras de la casa de Dana y emprendo mi travesía.

†††

15 minutos más tarde, me encuentro pasando la entrada de mi calle y a lo lejos observo una cabellera roja muy familiar.

Debato mentalmente en si ir a saludarle o seguir como si nada... Claaaaro,ni tú te crees que vas a hacer lo último.

Estúpida conciencia.

Estamos iguales,queride.

Bueno...ya que, camino hacia donde mis pies me llevan y me planto frente a mi objetivo.

¿Y ahora? ¿Te vas a quedar muda?

Cállate, es difícil.  No pensé que en cuando llegara y me mirara a los ojos me iba a dar penita.

la chica de las pulserasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora