El diario de un introvertido

Página 12

Ya he regresado a la casa y he de decir que estoy ¿traumatizado? No, no es la palabra que busco ¿sin palabras? Es cierto, la verdad no sé que decir.
Escribiré todo lo que pasó desde que me fueron a buscar hasta ahora que estoy escribiendo todo esto sin tratar de comentar.

Me desperté como todos los días, lamentablemente. Cepillé mis dientes y mi cabello, para minutos después tardar casi 1 hora decidiendo que ropa utilizar. Al final decidí una playera oversize con estampado por enfrente de molang comiendo un helado y un overall que sólo estaba abrochado de un sólo lado y llegaba a las rodillas.

Ahí me encontraba yo fuera de mi casa con maleta en manos y cargando a Bonnette, esperando que pasara un carro a recogerme, mi madre estaba allí afuera esperando conmigo para despedirme. Finalmente llegó el carro conducido por Jeno y en el lado del copiloto Jaemin. Mi madre me dio la bendición y subí a la parte trasera del carro.
Las cosas se pusieron muy incómodas tan pronto me subí, ambos me saludaron con una sonrisa agradable a lo que yo simplemente me limité a saludar asintiendo. Cuando Jaemin volteó a saludar se le quedó viendo fijamente al conejo de peluche.

"¿Ocurre algo?" le pregunté tratando de generar algún tema de conversación y que no todo sea incómodo.
"No es nada, pero creo que he visto un peluche igual en otra parte" aquí comienzan mis sospechas que sé que no soy el único que piensa lo mismo y me niego a creerlo.

Nos tomó cerca de 2 horas en un profundo de silencio llegar finamente a esa casa lujosa a la orilla del mar. Al momento de bajar quedé pasmado de esa vida de rico.

Jeno ayudó a bajar mis maletas y entramos directamente a la casa. Al segundo quedé boquiabierto debido a los muebles caros, el gimnasio dentro de la casa, un cuarto de estudio lleno de libros que siempre he querido leer e inclusive una biblioteca, dime tú ¿Qué tan grande debe de ser una casa para tener todo eso y más encima una biblioteca? Pero lo que más hizo acelerar el corazón fue el cuarto en el que me iba a quedar.

Ambos me guiaron a este y dentro de él se encontraba una televisión de 80' pulgadas, todo tipo de consolas, ya fuera un xbox 360, xbox one, ps4, ps5, nintendo switch, nintendo 3ds, de todo tipo. Y estos con sus respectivos videojuegos apilados en varios estantes.

"Puedes quedarte en este cuarto o puedes dormir con nosotros en un cuarto que está en el piso de arriba" Jaemin se recostó en un asiento puff, con la sonrisa amigable que siempre me ofrecía.
"Los cuartos están separados por los fuertes ruidos a la medianoche, así que si no es algo importante o te nos quieres unir no molestes" Jaemin arrojó una almohada a la cara de Jeno, avergonzado por lo que este último había dicho.
"Siempre hablas mierdas, cómo si me hicieras gritar lo suficiente" El chico de pelo castaño que siempre había aguantado las tonterías del pelinegro esta vez su cara se tornó roja, ya sea de la ira o de la vergüenza, inclusive quizás ambas.
"Esta vez me estás obligando a hacerte sufrir" Jaemin salió de la habitación casi corriendo y el otro fue detrás suyo para seguir con la burla.

Quedé estupefacto ¿Desde cuando teníamos esa confianza? Momento incómodo número 2.

Al atardecer, después de explorar toda la habitación y jugar uno que otro videojuego mi apetito se hizo presente. La cocina quedaba a un lado de la habitación, por suerte habría un bowl con frutas, tomé una manzana y estaba a punto de dejar la cocina cuando Jeno y Jaemin entraron a esta. Mi instinto hizo que me escondiera detrás de un mueble. Tonto, no te iban a hacer nada ¿Porqué hiciste eso? Ahora recuerdo bien todo lo que me hicieron en el pasado, ya todo es diferente pero aún no lo puedo superar. Cubrí mi boca para que no se me pudiera escapar ningún ruido.

"Estará jugando videojuegos ¿Sí? No hay nadie más en la casa, amor mío"
"Lee Jeno, ya te dije que no y no insistas, prometimos que no haríamos nada entre nosotros hasta que obtuvieramos una respuesta de Renjun" Apoyó las manos en la mesa cargando casi con todo su peso.
"¿De aquí a cuando? Mi cuerpo ya no puede estar en abstención" Abrazó su cintura por la espalda dando besos en su cuello, metió una de sus manos debajo de su playera dejando a la vista su abdomen.
"J-Jeno ¿Eres un niño pequeño? ya di-dije que no" Cubrió su boca con su mano para que dejaran de salir suspiros y uno que otro gemido.
"Sólo 5 minutos, tendré suficiente con eso, corazón" Bruscamente tomó su mentón girando la cabeza del otro para acercar sus bocas. Pero no era un beso cualquiera, sus lenguas tocaron cada rincón de la boca del otro.

Momento incómodo número 3.
Recordemos que sigo ahí ¿De acuerdo? Y cómo hombre mi cuerpo se deja llevar, algo que no puedo controlar, tampoco es cómo que me haya gustado ver todo eso... Es cierto que estaba escondido detrás de un mueble, pero mi tonto yo no se dio cuenta que los podía ver por el reflejo que las puertas de cristal y si yo los podía ver era lógico que ellos a mi también, afortunadamente no se dieron cuenta.

Ambos dejaron la habitación, supongo yo que irían a su propio cuarto ya que no los volví a ver a la hora de cenar.

"Jaemin ¿Porqué no tomas asiento? Me siento un poco incómodo que estés comiendo parado... sólo digo"
"Adelante Jaemin, toma asiento" Lanzó el pelinegro con una sonrisa burlona.
"No gracias, prefiero comer en esta posición, no quisiera incomodarte Renjun, pero me encuentro en una situación dónde no quiero sentarme"  Por milésima vez su linda y agradable sonrisa, su sonrisa es linda no lo estoy negando.

Demonios, me estoy quedando sin tinta, continuaré luego.
Hoy no hay firma puesto a que aún no termino de contar este fin de semana y no me alcanza la tinta.