ও 03

271 20 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Su mirada en mi rostro me ponía más nervioso de lo que normalmente me ponía simplemente por el hecho de que estábamos jodidamente cerca. Y cada vez que movía la silla disimuladamente a otro lugar, el volvía a acercarse. Hasta me había equivocado en palabras que tenía que copiar con otras que ni siquiera venían al caso. Al parecer a él le causaba bastante gracia porque lo escuchaba reírse cada vez que me sonrojaba, era su culpa por acercarse tanto a mí.

- ¿Falta mucho? - Preguntó con voz claramente cansada.

No respondí, sabía que la respuesta le decepcionaría.

No entiendo porque me toco hacer este trabajo con Mingi. De los tantos alumnos que hay en la clase, justamente me escogían con él. Eso no es digno de Dios. Y para variar que he quedado como un idiota con el ego muy alto, quizás y si lo soy un poco, pero eso también es su culpa, por hacerme creer que alguien como yo le podría interesar a alguien como él.

No soy del tipo de chico que se auto discrimina todo el tiempo y llora por los rincones por tratar de ser alguien que realmente no es. Claro que no. Pero no importa lo lindo que yo sea,Song siempre quedara muy alto a mi lado, nunca podre estar a su altura.

- Ta terminamos - Anuncié, dándole fin a la tarea y quizás a algo más.

- Que lastima, quiero quedarme más tiempo contigo.

Trague saliva y lo mire de reojo. ¿Se estaba burlando de mí? Primero me trata de decir que le gusta mosquearme pero ahora me dice esto.

- No te entiendo Mingi.

Esta vez suspira él y comienza a guardar sus cosas con demasiada rapidez. Creí que saldría corriendo pero no, solo hace su mochila a un lado y se acerca a mí.

A pesar de sospechar que volveríamos a pelear incluso gritarnos, no me aparte. Quería que dejemos las cosas hechas y no a medias con palabras que no se dijeron.

- ¿Qué es lo que no entiendes pequeño?

Aparte la mirada con rapidez, cuando me miraba de esa forma me derretía el corazón y lo hacia latir con fuerza. Sera muy idiota, el peor idiota que conozco, pero eso no quita que sea innegablemente guapo.

- Yo... no lo sé.

Subí mi codo a la mesa y me recosté en una de mis manos, escondiendo mi rostro. Quería decirle todos y cada uno de mis sentimientos hacia él, pero tenía miedo de arrepentirme luego, de que se ría y luego sea el centro de burlas de todo el instituto.

Sentí sus dedos en mi mentón, subiéndolo y obligándome a llevar mi vista hacia la suya.

- ¿Quieres que hable yo primero? - Asentí y luego el también lo hizo, como pensando en su siguiente movimiento. Me sorprendí al encontrarlo un tanto nervioso, siempre emanaba mucha confianza que simplemente verlo con la mirada perdida era nuevo - ¿Puedo hacer una cosa antes?

ও Ruegame ୨ ˚ .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora