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Lo primero que Todoroki Shoto notó sobre Kimura Nara durante su caminata hacia la estación de trenes ese día fue que ella creció en un ambiente totalmente diferente al suyo: es capaz de hacer amigos con una facilidad qué él probablemente nunca tendrá y tiene una muy buena y cercana relación con sus dos hermanos mayores, Yuta y Kimi, como le dijo que se llamaban. A diferencia de ella, él nunca tuvo amigos ni pasó mucho tiempo con sus hermanos, así que no es cercano a ellos ni nada por el estilo, pero fue entretenido oírla hablar porque tiene una voz dulce y sonaba emocionada.
Según lo que le contó, Kimi tiene un cachorro llamado Kemi y es su adoración, no tiene pareja y tampoco muchos amigos, pero es genial una vez que eres capaz de ir más allá de su carácter que las personas clasifican como "difícil". Por su parte, Yuta es un héroe profesional que no tiene mucha fama, pero sí una buena tasa de resolución y es su héroe favorito desde niña porque lo ama y sabía que se convertiría en un gran héroe.
Cuando llegaron a su destino, Kimura le sonrió y le deseó un feliz descanso. Todoroki no respondió con palabras, sino que asintió y la observó dar la vuelta para acercarse a sus hermanos mayores.
Ahora, dos días después, la ve sentada en el lugar junto a él como siempre y dibuja lo que reconoce como un cachorro peludo y adorable.
— ¿Kemi? —adivina. Ella asiente, sonriéndole fugazmente cuando alza la vista hacia él por un instante—. Bonito —elogia.
—Lo es —coincide—. ¿Qué hiciste durante el descanso, Shoto-kun? —le pregunta.
No muchas personas lo llaman por su nombre, especialmente desde que su madre no está en su vida desde hace tantos años, recluida en el hospital al que fue a visitarla en el descanso de la escuela. No habla a menudo con sus hermanos y se ha dedicado a no pensar en su padre, así que cuando Kimura le preguntó durante su caminata al tren la manera en la que prefiere ser llamado, pronunciar su apellido no fue opción porque su cabeza aún era un total lío luego del festival deportivo y pensar en su padre hacía que se sintiera enfermo.
«Shoto está bien» respondió. Ella sonrío mientras asentía y siguieron caminando hacia su destino.
La manera suave en la que pronuncia su nombre le hace sentir extraño pero no le desagrada. Casi siempre lo oye en la boca de su padre, quien lo dice de manera brusca y lleno de exasperación porque no acepta usar su lado izquierdo en batalla o fuera de esta, pero Kimura tiene una voz llena de amabilidad y escuchar su nombre saliendo de sus labios le transmite cierta calma.
—Me encargué de unas cosas —contesta sin entrar mucho en detalles.
Kimura asiente sin preguntar al respecto, concentrándose en terminar su dibujo del cachorro de su hermana. Los murmullos de los demás llaman la atención del bicolor hasta entonces, escuchándolos hablar sobre toda la atención que recibieron durante el camino a la escuela luego del festival deportivo.
