Entre las cuatro paredes (Newt y tu)

capítulo 7 (salsa de tomate)

*Narra Laia*

Me di media vuelta dispuesta a salir de ahí.
Pero algo, o más bien alguien me agarró del brazo.

-Okey, no andes jodiendo y deja de mentir.-
Dime qué Newt no acaba de decir eso.

Si lo ha hecho.

Será hijo de puta.

Con lo que me ha costado inventar mi historia, para que ahora venga este y me la desmonte enterita.

No has tardado ni 30 segundos...

Callate.

-¿Perdona?- dije yo con tono de incredulidad.

Okey, si, el tenía razón, pero iba a defender mi puesto hasta la muerte.

-¿Era todo fingido?- el tono de sorpresa y decepción de Alby se notaba a kilómetros.

-No me lo puedo creer- dijo Minho con los mismos sentimientos obvios que Alby tenía reflejados en la cara.

-¡No era nada fingido! De verdad, no me acuerdo, sino dime Newt, ya que me estás acusando a la ligera, ¿Porque os mentiría? ¿En qué me beneficia eso a mí?

-Eso ya no lo sé enana, lo que si se es que nos estás mintiendo en la cara, eso solo significa una cosa, ocultas algo.

No me lo puedo creer, lo odio.

¿Lo odias o te molesta que sea el único que pueda ver más haya de esa máscara que les muestras a todos?

Lo odio.

Salí del cuarto dejando claro que no estaba de acuerdo con las opiniones de Newt, aunque eran ciertas.

Salía a toda pastilla enfadadísima, y no me di cuenta que Gally caminaba por delante.

Nos chocamos.

-¡¿Se puede saber que te pa..- Gally se calló al ver que era yo con quien se había chocado.

-Perdon no te vi, es que acabo de discutir y...

-¿Discutir? ¿Con quién, con Newt? Ese garlopo..

-Si, con el.

***
-Yo tampoco puedo dormir, ¿vamos a dar una vuelta y me lo cuentas?

Ahora mismo solo quería distracción.

Así que accedí a la propuesta de Gally.

Caminamos por el bosque y le conté todo lo que me pasaba.

-Llevo teniendo recuerdos desde que llegué aquí, ¿Eso no es normal, no Gally?

-Supongo que no, ¿ Nadie más sabe esto, Laia?

Yo negé con la cabeza.

-Yo creo que lo mejor es que así sea. Podrían desterrarte, o tacharte de bruja. Tu secreto está a salvo conmigo, Laia.

Me dio una sonrisa cálida, que me hizo sentirme agusto, y al fin tenía a alguien con quien hablar.

Le conté todos mis recuerdos, incluso lo de Newt y su "hermana" aunque todavía no estaba confirmado del todo.

Esa noche, fue la primera noche en la que dormí agusto. Sin ninguna pesadilla irrumpiendo mi sueño.

***
Buenos días.

Serán para ti, ¿Porque tan feliz eh?

¡¡Al fin han acabado mi cabaña!!

Se han tomado su tiempo..