Mi Taetae

"hoseoki"

La ansiedad en hoseok lo obligaba a ser insoportablemente imperativo y a no parar ni  por un segundo.

Taehyung su mejor amigo sabe cómo calmarlo y traerlo devuelta...sin embargo sus técnicas de la niñez como abrazos y besitos en las mejillas dejan de funcionar preocupandolo.

Un jimin de la mano de Jungkook se encontraban mirando como el chico bajito no paraba de escribir y volver a rayar,escribir y volver a rayar buscando la perfección inalcanzable en su tesis de español, hoseok desordenó su cabello y hizo un puchero levantándose de su silla para ir hasta la máquina expendedora

¿Por qué nada le salía bien?

Rebuscó entre sus bolsillos monedas para luego pulsar el botón b-3 dónde estaba una gran chocolatina, rasco sus brazos rasguñandolos sin darse cuenta, pulso el botón una vez, iba demasiado lento, otra vez, por lo menos ahora se movía, otra vez, sus manos comenzaron a tantear el vidrio, otra vez, otra vez,otra vez,otra vez,otra vez.

Jungkook se acercó a él con pasos lentos mirando antes si Tae estaba cerca ¿Dónde se habría metido?

Jimin mordió su labio nervioso, hoseok estaba apunto de colapsar, llevaba dos días sin dormir y sus manos temblaban, su sistema nervioso demasiado cansado para seguir con el ritmo de la semana, un ruido proveniente de la máquina lo hizo saltar en su lugar, un hoseok dando vueltas alrededor de ella tratando de sacar su chocolate, jimin mordió sus uñas marcando el número de Tae de nuevo.

- No lo entiendes kook, yo debo comer ese chocolate- se agachó metiendo su mano por la abertura de la máquina solo faltaba un poco más y la tendría pero el aluminio hizo un rayon en su piel haciéndolo gemir de dolor.

- Hoseoki, por favor, te estás lastimando- el pelinegro paso los brazos por la cintura del chico más bajito levantandolo.


- Bájame kok, bájame, bájame,bájame Jungkook- el chico comenzó a patalear y el pelinegro lo tomo mas fuerte, las personas a su alrededor miraron atentos y otros solo siguieron en lo suyo acostumbrados al infantil comportamiento del chico.

Taehyung paso sus dedos sobre su cabello acomodándolo, desordenándolo, tirando de él con estrés la semana de exámenes en la universidad estaba dejando cansados a todos, entro a la cafetería y al visualizar la escena frente a el corrió hasta el más alto que tenía a su pequeño tesoro llorando entre sus brazos.

¿Qué le había pasado?

Jimin se levantó de inmediato feliz de verlo

- Dámelo Jungkook- odiaba sonar tan posesivo pero su corazón se estrujó al notar el estado de su chico, la altura de Tae era un gran beneficio sus 1.80 comparados con los 1.70 de hoseok le daba muchos privilegios, hoseok al oir la voz de Tae se enganchó a él cuál koala enredando sus brazos y piernas en el cuerpo caliente del contrario, lloro aún más fuerte con un pequeño tic en sus manos, Tae sostuvo sus muslos asegurándolo en su lugar.

- No lo entienden Taetae, ellos no lo entienden, no pueden entenderlo- los ojitos de jimin se cristalizaron y Jungkook beso su frente reconfortandolo, siempre era difícil...- necesito comer el chocolate, solo eso, lo necesito y estaré bien, terminaré y podré parar, párare lo pro-m-meto- su voz se rompió.


- Esta bien, bonito, está bien, estoy aquí, lo comerás claro que lo comerás, respira- Tae retrocedió algunos pasos llegando hasta la maldita máquina rota, oh hoseok aveces podía dañar muchas cosas, suspiro y dio una fuerte patada la máquina hizo un ruido al ser golpeada, el chocolate cayó en el suelo, jimin se acercó tomándolo de inmediato y se lo tendió a hoseok que lo tomo y volvio a esconder su cabeza en el cuello de Tae.

- Llévalo a casa Tae- el mencionado asintió y salieron de hay lo más rápido posible.