Veneno y vino (Mimin)

Capitulo 11: Persiguiendo coches.

Cuando me despierto al día siguiente, mi cabeza está palpitando, reconozco que es la peor resaca del mundo. Esto es lo que me pasa por beber demasiado alcohol. Levanto mi mano derecha supuestamente para frotarme, pero la retraigo cuando siento una punzada en mis nudillos. Miro mi mano cubierta con vendajes mientras que mi mano izquierda tiene una aguja intravenosa. De repente, me doy cuenta de la desconocida cama. Miro a mi alrededor y me encuentro rodeada de divisores de cortinas verdes. Mierda, estoy en un hospital, se trata de una sala de emergencias.

Trato de recordar los acontecimientos que me llevaron a este sombrío lugar. Recuerdo que estaba en el jardín de flores con Miyeon. Recuerdo su baile con Sunoo. Recuerdo a Soyeon consolándome con un abrazo, pero me escapé. Recuerdo que estaba en el lago para beber, entonces golpeaba el roble. Eso explica el vendaje envuelto alrededor de mi mano derecha. Recuerdo que Miyeon estaba allí en el lago.

Ahora lo recuerdo todo.

Todo este tiempo pensé que nunca me vió, pero la verdad es que estaba secretamente enamorada de mí. Durante todo este tiempo estuvimos secretamente enamoradas. Esos besos que compartimos anoche eran mágicos. Podría haber sido un final feliz para nosotras en ese mismo momento, pero luego está Sunoo. Miyeon y yo elegimos a Sunoo.

La cortina se abre revelando la llegada de Jaesang Yontararak y una enfermera que sostiene la carta de paciente por detrás de él. De todas las personas que pude ver a primera hora después de despertar, tenía que ser la última persona que quiero ver nunca. Simplemente genial.

"Bueno, estás despierta" él me sonríe. "¿Cómo te sientes, Minnie?"

Yo simplemente lo miro.

"Estabas deshidratada, por eso te sentías débil y te desmayaste" explica. "Y el sangrado en tu mano fue bastante malo. Te rompiste algunos huesos también. Lo bueno es que Miyeon te trajo aquí a tiempo."

Miyeon... De todos los lugares a los que ella pudo haberme llevado, tenía que ser justo el hospital que posee Jaesang. ¿Dónde está ella de todos modos?

"Me voy a casa" les anuncio, separo sin cuidado la aguja intravenosa de mi mano y luego salto de la cama.

"Espera" Jaesang bloquea mi camino, pero yo lo empujo.

Tomo un poco de dinero de mi bolsillo y lo tiro hacia la enfermera "no tengo suficiente dinero conmigo en este momento, pero voy a pagar lo más pronto posible."

"No tienes que pagar, Minnie".

"Pero yo quiero" le digo a Jaesang y empiezo a alejarme. "No puedo permitirme deberte nada."

Jaesang me agarra del brazo y me da la vuelta para mirarlo.

"¿Qué quieres, Jaesang?" Yo grito.

"Quiero que me perdones!" exclama y me detengo en sorpresa. "Quiero que me llames 'papá'. Yo quiero que me dejes entrar de nuevo a tu vida, Minnie".

Miro fijamente sus ojos y veo la angustia, la suplica y la esperanza. Por un momento, pienso en dar marcha atrás y dejarlo entrar. Él casi me tenía allí. Pero no, no me voy a dejar engañar de nuevo.

"Me voy a casa" lo fuerzo a soltarme y luego me voy.

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Empujo la puerta y salgo de la sala de emergencias. Me detengo y miro alrededor. ¿Ahora qué? Yo no tengo un coche y no tengo dinero. Supongo que voy a caminar de regreso a la universidad.

"Minnie!" Miyeon corre hacia mí y la espero. Cuando por fin llega a mi lado, toma mis manos en las suyas y las examina. Me gusta su tacto. Se siente como que podría sanar todo en mi vida. "Tu mano izquierda está sangrando."