¡Oh, Harry!

1

Entonces... -dijo con emoción.

¿Entonces qué? -respondió el rizado.

Ayer me dijiste que me presentarías a tu novio, no me digas que terminaron de un día para otro -soltó cruzando los brazos.

El cerebro del verde se apagó por completo, le había dicho a su mejor amiga una mentirilla piadosa para que lo dejara de molestar, pero no pensó en que si se lo tomaría en serio. Siempre lo han llamado solterón y no es por que no quería algo serio, si no porque en verdad no se le ha parado ni una mosca en sus 18 años. Lo ponía mal que le recordaran eso, ya sabía que no tenía novio pero no veía la necesidad de repetírselo cada hora.

¡Harry!, ¿estás bien? -dijo moviendo lentamente al nombrado.

¿Eh?, si, si, solo me acordaba de alguna tarea pendiente.

No digas mamadas, mejor dalas.

No seas asquerosa -dijo dándole un pequeño manotazo.

Bueno, ¿me vas a enseñar a tu novio o es una de tus mentiras?.

¿QUÉ?, ¿CUÁNDO TE HE MENTIDO? - dijo ofendido - No me contestes, pero no es mentira, si... si tengo novio y se llama...ni, li, zy, wi... William, se... se llama William

Ay ajá, y ¿dónde vive? -dijo incrédula

Aquí, bueno no aquí en la escuela, si no, aquí en Londres, si -sonrió forzadamente.

Y ¿dónde está?- buscó sarcásticamente - no ya se, le dieron una beca y se fue a estudiar a Irlanda -dijo burlonamente.

Vete a la mierda, él vive aquí, él está aquí -dijo irritado.

Si, si lo que tú digas -negó lentamente.

Es más - volteó en dirección a la cancha - ahí está - señaló discretamente a un muchacho.

Oh, pues vamos a saludarlo -dijo burlonamente jalando al menor.

Harry sabía que estaba mal, muy mal, pero estaba cansado de siempre ser el soltero, depresivo y usado del grupo. Así que con huevos que no sabe de dónde saco, se acercó a aquel joven.

Hola cariño- dijo y antes de esperar una respuesta lo beso en los labios.

El rizado esperaba una cachetada, un empujón, un putazo, pero lo que sintió fue que el beso le era correspondido y le gustó.

¡DIOS QUE BUENO ES!- pensó.

El rizado colocaba lentamente sus manos detrás del cuello de aquel hombre desconocido, quien ya había puesto una de sus manos en su cintura. Por otro lado, la expresión facial de Lili era de emoción/confusión, y mientras los alumnos que pasaban rodeando la escena romántica susurraban cosas que no llegaban a oídos de ninguno de los involucrados.

Los labios de aquel dúo se movían sincronizadamente como si fuera algo cotidiano, algo dulce pero excitante recorría el cuerpo del rizado, quien se encontraba algo perdido en esos labios.

Podía seguir por horas pero la falta de oxígeno en su ser complicaba más esa bella y adicta acción. Sus labios se separaron de los del contrario con un pequeño chasquido, sus labios rojos y las mejillas rosas aparecieron en cuestión de segundos.

Sus ojos chocaron con unos azules profundos y oscuros rodeados de una expresión confundida, unos labios rosas y una barba creciente.

Te... veo en química - dijo alejándose para salir corriendo.