— Entonces... ¿Vinimos a qué? — Kirishima hizo una mueca de confusión.
— A comprarte ropa. — Shoto lo miró.
—¿Por qué? Lo agradezco bro pero es algo raro
Estaban en el centro comercial, Shoto lo llevó con el sin decirle motivos y el aceptó porque son buenos amigos pero ¿Comprarle ropa? ¿A el?
— Porque padre me dió su tarjeta.
— ¿Y por qué no gastas en otras cosas?
— ¿Y por qué no gastar en ti?
Ahí fue cuando el pelirrojo se quedó callado y fue jalado por el otro alfa a una tienda de ropa un poco (muy) formal. Shoto comenzó a tomar prendas, todas de color negro y una que otra de color blanco, algunas camisas que el pelirrojo pensó que era muy chicas para el pero evitó decir algo al respecto porque confiaba en su amigo.
— Vallamos al probador. — Todoroki lo tomó de la muñeca y lo guío. Ya estando frente al probador lo hizo pasar y le dió las camisas que dudaba en que le quedarían — te esperaré ahí — apuntó a unos minis sillones.
Kirishima asintió y pasó al probador y algo dudoso se quitó su camiseta y tomó la de color negro la cuál fácil era dos tallas más pequeña que las de el, suspiro y comenzó a ponérsela sintiendo de inmediato la tela apretar pero trató de no hacer caso y comenzó a abotonar la, aunque ya que terminó se sintió tan avergonzado al ver que el botón sobre su pecho luchaba para seguir abotonado.
— Todobro....—habló con timidez, le ponía nervioso que su amigo le viera así.
— ¿Ya terminaste? — sin preguntar el bicolor abrió la puerta del probador y pasó, quedándose quieto al ver a Kirishima.
De inmediato Shoto se sonrojó, joder, pensó que se veía jodidamente sexy y no iba a admitir que tomo esas prendas a propósito. Kirishima a pesar de ser un alfa echo y derecho no pudo evitar sentirse un poco sumiso ante la mirada tan intensa de Shoto.
— ¿Todoroki? — se atrevió a decir, se sentía tan rojo que podía jurar que iba a explotar.
Obviamente notó el sonrojo en la cara de Shoto y no supo cómo sentirse.
— Ah si,— Todoroki reaccionó y decidió mirar a otro lado — te queda bien.
— si supongo...— rascó su nuca con nerviosismo.
— La llevaremos.
—¿Eh? ¿Por qué? — lo miró confuso.
— La llevaremos.— Shoto le dió una última mirada pero no fue asia su rostro. — prueba te lo demás, te espero. — Salió y lo dejó ahí dentro con un gran sonrojo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.